“No se hace historia sin guerra”, Mary Kom

Por Yesica Palmetta

Prensa/AMB/Jabeando/24-03-2020.- Ella es una de las boxeadoras con más títulos en la historia de los campeonatos del mundo amateur. Ha sido la primera mujer india en consagrarse sobre un ring y la primera en darle tantas medallas al país. Si ya no sabes qué hacer en casa, aquí una muy buena opción para que compartas en familia.

Mary Kom se convirtió en guerrera de la vida desde aquel momento en el que descubrió que amaba el boxeo y lo utilizó como medio de canalización de sus convicciones. A lo largo de la película, a la cual vale aclarar que debemos mirar con los ojos de lo que representa una historia real hecha ficción, se realzan los valores de lucha de una mujer “terca” como le decían que apasionada por la vida y el boxeo salió adelante.

Rompió las barreras dentro de una sociedad plagada de tradiciones donde la mujer debía realizar tareas domésticas por sobre todo así como cuestiones de degradación social cuando muestran la escena en la que decide buscar un trabajo para poder ayudar a su marido después de haber tenido a los mellizos y parar su carrera boxística en pleno esplendor: “has noqueado tu carrera” le dijo el entrenador que la formó en una de las escenas del film, cuando Mary decide casarse y llega el primer embarazo.

La película tiene varios aspectos a observar sobre los valores humanos que te llevan a hacer historia, como el traspasar las barreras de tus orígenes, ya que Mary nació en una familia de granjeros y se podría decir que estaba destinada a seguir esos pasos, sin embargo ella decidió ir más allá para ser quien soñaba. Además, la dura tarea de poner en alto y como prioridad sus sueños, incluso frente a su propia familia cuando el padre la pone al extremo de tener que decidir entre él o el boxeo.

Pero no solo se manifiestan lo individual sino también la importancia del trabajo en equipo junto a aquellos que confían en ti tal como lo hizo desde que se dispuso a formarla el entrenador Najrit Singh que pese a que manifestó un profundo enojo cuando ella se casa, luego cuando Mary regresa la relación se restablece por el reconocimiento de la valentía que esta boxeadora siempre demostró desde la adolescencia cuando se conocieron por primera vez en el gimnasio de Manipur (su pueblo natal) y Najrit tardó un mes en aceptarla.

Luego de que se casa y tiene los niños, al correr el tiempo, su esposo nota el dolor que guarda Mary por haber dejado de boxear y él toma la decisión de quedarse a cuidar a los bebes para que Mary retome los entrenamientos. Hasta le da la sorpresa, en un hermoso acto de amor, de anotarla en el torneo nacional. Ahí, en este retorno al ring, ella pierde, lo que siente como injusticia y le tira una silla al jurado donde estaban los miembros de la federación india. Acto seguido la expulsan de la selección nacional y la obligan a disculparse mediante una carta, a lo que Mary terminó accediendo tras reconocer el esfuerzo que su marido hacía por ella.

Así es que absorbió la humillación y tomó todo ese veneno para convertirlo en su fuerza. Llegó el mundial de india en 2006 donde momentos previos a los combates el equipo no contaba con recursos ni de alimentos ni de preparación adecuada para el rendimiento y ella los enfrenta provocando el apoyo de todas sus compañeras. En la final de uno de los mundiales, instantes antes de subir a pelear, Mary se entera que uno de sus hijos estaba siendo intervenido quirúrgicamente: subió a pelear con lágrimas en los ojos (uno de los mejores pasajes de la película) y acaba triunfando al mismo tiempo que celebra el llamado que avisaba que todo salió bien en la operación de su hijo. Increíble fortaleza.

Mary Kom o Mangte Chungneijan como lo es su nombre original, hoy con 37 años de edad continúa siendo inspiración para la Nación India como símbolo de perseverancia, convicción, justicia y pasión. Una demostración de que los sueños se pueden cumplir por sobre todo escuchándonos a nosotros mismos y extendiendo ese amor a todo el mundo sin importar las voces negativas que quieran frenarte o todo lo malo que suceda ¡SE PUEDE!

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