Prensa/COV/Jabeando/Deportivas/08-05-2020.- Las medidas de aislamiento físico para reducir la propagación de la COVID-19 encontraron al campeón olímpico Rubén Limardo concentrado junto al equipo de espada en Ludz, Polonia, donde entrena y reside, y trastocó sus planes de viajar a Venezuela para buscar a su familia. Limardo conversó a través de Instagram con Atletas en su Punto de Punto Olímpico, y compartió lo que ha sido su experiencia durante las últimas semanas.
Además de tratar de mantener la forma deportiva y la técnica, Limardo ha aprovechado la pausa para hacer cursos de mercadeo y gerencia deportiva, así como marketing digital, “preparándome para un futuro en el que pueda aportar al deporte desde otra palestra”.
Limardo reconoció la labor del personal sanitario durante estos meses de calamidad, pero puso de relieve que también el deporte tiene mucho que aportar en esta situación: “Cada persona tiene su momento de ser héroe en el mundo. Hoy son los médicos, pero el deporte motiva a muchas personas. En el encierro he pasado videos con tutoriales a jóvenes que me los piden. Esa es una forma de ayudar, y así lo han mismo también muchos atletas”.
Así como reconoce que el deporte sufrirá los estragos de la pandemia, Limardo lamenta que en nuestro país esta actividad se encuentra en un momento particularmente vulnerable: “En Venezuela no hay un sistema. Tanto que les gusta tomar a Rusia como ejemplo, ¿por qué no imitar que ellos asignan premios a atletas élite por sus triunfos deportivos? He visto por ejemplo el caso del fútbol, que está reclamando un premio por el subcampeonato de Corea 2017. Yo en 2018 quedé subcampeón mundial y no recibí nada”.
“Se ha hablado de que estos Juegos Olímpicos serán muy exitosos para Venezuela, pero si nos ponemos a ver, ninguno de los atletas que pueden dar buenos resultados es producto de un sistema deportivo nacional, sino de proyectos individuales, y todos se preparan en el exterior. Cuando voy a mi país no tengo como entrenar, la última vez me tocaba andar con la pista en el carro y llevarla y traerla cada vez que iba a entrenar. Están manejando el deporte como no se debe”.
Limardo confesó que ha recibido ofertas para ser entrenador en otros países, “pero no es lo que quiero, porque todavía tengo objetivos por alcanzar”.
El espadista bolivarense relató que ha decidido compartir premios y otro tipo de beneficios para apoyar los planes del equipo nacional: “Hay gente que me pregunta por qué yo ando en metro y no tengo mi carro aquí en Polonia, pero es que no puedo mostrarles diferencias a los atletas del equipo. Yo me crié en un hogar donde cuando había, había para todos y cuando no, no había para nadie. Y yo siempre he querido dejar un legado”.
El campeón de la espada en Londres 2012 se aventuró a trazar lo que visualiza como el regreso de las competencias internacionales una vez que sea controlada la pandemia: “El deporte en el futuro va a perder muchísimo, tal vez pierdan patrocinantes, fanáticos. Hay que esperar a ver cómo será el cambio tanto para el deporte como para el ser humano, cómo será el regreso, pero en definitiva hay que salir de esto con un gran aprendizaje. Yo estoy convencido de que vendrán cosas buenas después de esta situación, de que saldremos de esto capaces de ponernos en los zapatos de los demás. El deporte siempre ha dado alegrías”.
Ante especulaciones recientes de que los Juegos Olímpicos de Tokio no están garantizados hasta que no sea totalmente controlada la pandemia, Limardo cerró con una broma: “Espero que sí se puedan hacer, para que sea un ciclo corto y muy rápido para mis planes de llegar también a París 2024”.