Prensa/COV/Jabeando/Deportivas/19-05-2020.- La pandemia del COVID-19 ha trastocado prácticamente todas las áreas de la vida y el quehacer humanos, y el deporte no ha escapado a su impacto. Calendarios cancelados, competencias en pausa, eventos en duda, atletas en confinamiento y mucha incertidumbre, forman parte del día a día de las organizaciones mundiales del deporte.
Para el profesor Eduardo Álvarez, presidente del Comité Olímpico Venezolano, el movimiento olímpico se las ha arreglado para hacer frente a la actual coyuntura, y está en el proceso de encontrar respuestas a las interrogantes que quedan abiertas, como la viabilidad de algunos eventos.
A lo largo del próximo ciclo olímpico y parte de este, el COV tiene compromisos con 15 eventos multidisciplinarios, tanto en lo regional como en el ámbito mundial, que se derivan de su afiliación a cinco organizaciones: la Bolivariana (Odebo), la Suramericana (Odesur), la Centroamericana y del Caribe (Odecabe), la Panamericana (Panam Sports) y el Comité Olímpico Internacional (COI)
La Odebo programó para finales de este año los Juegos Bolivarianos de la Juventud en Sucre, Bolivia, pero también debe realizar los Bolivarianos de Playa (asignados a La Guaira) y los Bolivarianos de Valledupar en 2021. En cuanto a la Odesur, tiene en agenda los Suramericanos de Asunción en 2022, los Suramericanos de la Juventud, que deben realizarse el próximo año en Rosario, Argentina, los Suramericanos de Playa y ahora los nuevos Juegos Suramericanos Master, que debían tener lugar el próximo año en Chile.
Odecabe realizará los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Panamá 2022 y estrenará en Santa Marta, en 2022, sus primeros Juegos de Playa, mientras que Panam Sports, además de los Panamericanos de Santiago 2023, tenía previsto organizar en Cali la primera edición de los Panamericanos de la Juventud el año venidero.
Además el COV tiene compromiso en los Olímpicos de verano (Tokio 2020 y París 2024), los de invierno (Beijing 2022), los de la Juventud (Dakar 2022) y los Juegos Mundiales de Playa, cuya sede se elegirá entre Hong Kong y Los Ángeles, y organiza Festivales Olímpicos Nacionales.
“Existe un Consejo Regional del Deporte que maneja los calendarios competitivos, los programas, aporta en la resolución de problemas técnicos e incluso políticos de los Comités Olímpicos Nacionales”, explica el profesor Eduardo Álvarez. “Debido a la pandemia, se ha decidido que las fechas establecidas para los Juegos deben tomarse como punto de partida, sin que eso signifique que se van a realizar en ese momento. A medida que se vayan acercando los lapsos (etapas de entrega de sedes, eventos clasificatorios, firmas de contratos, etc), se va a estudiar la viabilidad y se irá tomando decisiones, pero lo que ha quedado claro es que lo más importante es la salud”.
Álvarez duda que los Juegos programados para este año (Bolivarianos de Playa y de la Juventud), puedan llevarse a cabo: “Con Sucre 2020 se corrió la fecha lo más posible, pero hay que tomar en cuenta los lapsos de preparación. Si no se crean las condiciones sanitarias necesarias, va a ser muy difícil que se puedan realizar”.
DEPORTE PROFESIONAL: OTRA REALIDAD
Para el presidente del COV, la retoma que hoy se planifica (y en algunos casos se pone ya en práctica) en el deporte profesional, tiene que ser vista a la luz de las características que lo diferencian:“Es posible que buena parte de los eventos profesionales se realicen este año, pero en condiciones nunca vistas: sin presencia de público y con un gran despliegue televisivo y de redes sociales, que tiene que ver con contratos preestablecidos. Ello se debe a que el deporte profesional responde a compromisos económicos cuyo incumplimiento podría trastocar su propia existencia”. En cuanto al deporte olímpico, casi seguramente se impondrá una reestructuración de los eventos clasificatorios de cara a los Juegos Olímpicos.
Hasta el momento de la suspensión del calendario mundial debido a la pandemia, había sido asignado el 57% de los cupos disponibles para Tokio. El 43% restante, difícilmente podrá repartirse en las condiciones originalmente pactadas.
“Federaciones internacionales, como la de atletismo y natación, han corrido un año sus mundiales para dar paso a Tokio 2020 en 2021 y otras probablemente harán lo mismo. A nivel regional, el cumplimiento de los calendarios dependerá de la evolución del COVID-19. La mayoría de la organizaciones internacionales, conscientes de la situación de los atletas, que han aceptado el confinamiento recomendado por la OMS, han iniciado programas remotos para mantenimiento físico, pero un deportista de alta competencia requiere de una carga muy alta de entrenamiento, y en estos momentos recién en algunos países se está regresando ordenadamente a la actividad física al aire libre”. Precisamente los deportes sin contacto físico y que se realizan al aire libre, como golf y surf, por ejemplo, podrían ser los primeros en retomar la actividad, “siempre que sean autorizados por los organismos sanitarios y los gobiernos, porque es muy importante mantener el aislamiento social hasta que lo recomiende la Organización Mundial de la Salud”.
LA RESPONSABILIDAD GUBERNAMENTAL
La recuperación del deporte venezolano después de la pandemia dependerá de que los diversos organismos cumplan con sus competencias en la visión del profesor Eduardo Álvarez: “Los entes gubernamentales tienen una gran responsabilidad en el alto rendimiento local y nacional. Tienen a su cargo selecciones en vías de desarrollo, a las que deben dirigir programas, así como la recuperación de la infraestructura, atender el deporte recreativo, para la tercera edad, la educación física en confinamiento. Esto requiere de una gran inversión”. “Nuestras federaciones nacionales necesitan recursos operativos para personal y para el soporte tecnológico que les permita desarrollar por vía digital su actividad”, agrega el profesor Álvarez. “Además tienen en puertas eventos regionales y multidisciplinarios, clasificatorios y mundiales”.
Para el máximo jerarca olímpico del país, el papel de la actividad debe preservarse: “El deporte se había convertido en un vehículo de socialización muy importante, que generaba un alto volumen de información, programas de televisión, primeras planas. Se convirtió en referente mundial y sus atletas en íconos”.
DESPUÉS DEL COVID-19
Eduardo Álvarez advierte que será necesario estar conscientes de que “después de la pandemia la actividad mundial no será igual, y tampoco lo será el deporte”, y eso pasará por un recorte en los calendarios. “Nos cabe una reprogramación mundial, nos cabe un estudio de cuántos eventos deberíamos realizar, entender la crisis económica que atraviesa el mundo y emplazar a nuestros organizaciones internacionales a una disminución de eventos, para que sea posible recuperar la economía y así el deporte en el mundo. Todos los líderes continentales comparten esa visión”.
De momento, las organizaciones han dirigido sus programas a apoyar a los Comités Olímpicos Nacionales (CON’s), manteniendo sus sistemas de becas y aportes, como una manera solidaria de hacer frente al COVID-19. “Nosotros en el COV hemos iniciado una serie de tareas, poniendo a disposición actividades digitales, con hasta 35 ponentes de otros países, dos diplomados nacionales y la pronta apertura de uno internacional, biblioteca virtual, trivias, rutinas de entrenamiento, para mantener el contacto con todos los que integran el movimiento olímpico venezolano”.