Por Vicente Vásquez
Prensa/COV/Jabeando/Deportivas/12-06-2020.- Los atletas continúan siendo protagonistas aún en cuarentena, siendo Anabella Acurero la más reciente invitada a una transmisión de Instagram live de Punto Olímpico en su iniciativa de Atletas en su Punto. La esgrimista conversó por poco más de media hora sobre sus inicios en el deporte, su trayectoria, y sus sueños como atleta.
Pese a que todavía no se han fijado fechas para los eventos deportivos clasificatorios a los Juegos Olímpicos Tokio 2020, incluyendo a la Federación Internacional de Esgrima, la criolla mantiene su mentalidad aguerrida al destacar que mantiene viva su ilusión de clasificar a sus primera Olimpiadas, por muy remotas que sean las posibilidades.
Adicional a ello la carabobeña habló de sus inicios en el deporte, asomando que primero incursionó en el ballet y después en la natación. Sin embargo, al momento de trasladarse a las pedanas comentó que no fue como el amor a primera vista, puesto que el peso de los implementos y lo intenso de los entrenamientos no fueron lo que quizás en ese momento soñó. Pero con el pasar de los días, la atracción fue tanta que ya no vislumbra una vida sin su amada esgrima.
“Tienen que saber que mi tía/madrina es Mariana González, que fue una esgrimista profesional y ella fue la que me impulsó a hacer este deporte. No fue el primero que hice, pero un día mi madrina me dijo para que viera como se entrenaba. Al principio digamos que no me gustaba mucho, porque sudaba mucho y hacía calor. Pero poco a poco me fui enamorando del deporte”, dijo la esgrimista, quien cuenta en sus vitrinas con un diploma olímpico obtenido en los Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires 2018 y una medalla de plata en los Juegos Suramericanos Juveniles Santiago 2017.
Incluso, la tutoría de su tía la llevó a desempeñarse en el florete, misma arma que González blandió durante tantos años.
Acurero también compartió parte de sus rutinas previas a los combates, lo que ahora pudiera considerarse como cábala, y también cómo se ayuda a si misma a mantenerse mentalizada durante cada entrenamiento.
“Mi psicólogo deportivo me dio consejos sobre rutinas para mantenerme enfocada antes, durante y después de las competencias. Después 2018 acostumbro a hacer un día antes del evento la rutina para acostumbrar a mi cerebro y así el día de la competencia me relajo”, destacó la esgrimista, que inclusive habló sobre la intensidad que se viven en los combates y cómo personalmente los afronta en las situaciones de apremio. “Yo grito muchísimo, desde el inicio de la pool hasta el último toque que hago. Personalmente me gusta gritar porque me relajo y así descargo los nervios de la competencia”.
Y pese a su corta edad, la venezolana ya suma una experiencia envidiable, teniendo una clara visión de lo que desea, destacando que si tuviera la posibilidad de clasificar a unos Juegos Olímpicos en otra disciplina que no sea la esgrima, no lo haría.
“Yo estoy enamorada de la esgrima. Dentro de varios años me gustaría enseñar a niños que se estén iniciando, ya sea en Venezuela o en Italia”, atizó.
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