Prensa/CFC/Jabeando/Deportivas/06-08-2020.- “Es un jugador que se proyecta muy bien. Se asocia de buena manera con los jugadores de arriba pasando bien al ataque. Tiene gol y otra de sus cualidades es la pelota parada, puesto que tiene muy buen juego aéreo, en su categoría hizo muchos goles de esa forma. Tiene mucha personalidad a la hora de jugar. Es bastante joven al ser un jugador 2003 pero ya tiene varios años trabajando en Primera División y eso hace que cuando baja a su categoría se vea fuera del lote”, describió el director técnico Noel Sanvicente al lateral izquierdo Renne Rivas como jugador de fútbol.
Rivas (21-03-2003) llegó procedente de Puerto Ordaz cuando tan solo tenía 13 años de edad. Desde entonces “ha evolucionado muy bien desde que llegó al Caracas. En su categoría siempre ha sobresalido, tanto así que siempre ha jugado una o dos categorías por encima. Ya debutó con nosotros (Copa Venezuela) y sé que le falta mucho por crecer; lo bueno es que es muy disciplinado, lo que hace que se le faciliten las cosas. No solamente la institución espera mucho de él sino que yo también porque tiene todas las cualidades para triunfar”, remarcó Sanvicente sobre el jugador.
Ciertamente la personalidad del jugador en la cancha sobresale con respecto a los jugadores de su edad. Rivas comenta que ese aspecto se forjó desde que era un niño, al crecer y jugar al fútbol con hermanos que le llevaban nueve y siete años respectivamente de diferencia.
“Desde muy chamo me críe con mis hermanos que son mayores y me trataron como uno de ellos. Además tengo tiempo trabajando con primera y allí debo tener otra mentalidad porque a nosotros no nos tratan como juveniles ni nada por el estilo y por eso nos tenemos que adaptar a ello”, comentó Rivas.
“Con ellos (sus hermanos) tenía que aguantar la pela. Me ponían de arquero y me fusilaban con pelotazos a quemarropa. Pero eso me forjó a lo que soy hoy, que trabajo con profesionales y tengo que ser uno igual que ellos”, agregó.
El año 2019 lo jugó en gran parte con la sub-19 (con 16 años de edad), mientras que la parte final de la liguilla la disputó con su categoría sub-17 con la que quedó campeón nacional, marcando varios goles en esa etapa final del campeonato.
“Es muy diferente entrenar con la primera y luego bajar a jugar con la sub-19 o sub-17. Es distinto el ritmo y eso lo hemos aprovechado. Cuando a uno lo bajan con su categoría uno tiene que demostrar porqué entrena con la primera entre semana. Existe un mayor compromiso”, subrayó el lateral que debutó el año pasado con 16 años de edad en Copa Venezuela ante Yaracuy FC.
ANÉCDOTAS CON LOS GRANDES
“En más de una práctica he tenido errores ante jugadores de jerarquía por la morena (ventaja) que me llevan en experiencia. Una vez quise tumbar al “Colorado” (Fernando) Aristeguieta en una pretemporada en Barinas. ¡Imagínate! Me regañó porque le llegué tarde pero yo no quería perder el duelo en esa jugada. Lo hice caer y se arrechó”, recordó con un tanto de picardía.
En este tiempo en el club ha tenido la oportunidad de compartir con grandes jugadores de su posición, Rubert Quijada y Bernardo Añor. “Son dos grandes ejemplos que he tenido en estos años. Quijada es un jugador de mucho liderazgo y calidad. También juega de central, por lo que me identifico porque a mí me colocan en ambas posiciones. Y Añor es demasiado fenómeno, le he tratado de copiar lo bueno porque hace mucha diferencia en el campo”, subrayó Rivas.
Ambos son excelentes laterales pero con características diferentes. Uno más defensivo y el otro más encarador y de buen juego aéreo, aspectos que resaltó Sanvicente entre las cualidades de Rivas.
“Mi prioridad es defender, aunque es cierto que soy más del juego de Añor, el cual me gusta más y sé hacerlo mejor. A veces se tira unas jugadas en las cuales uno se queda loco. Quijada siempre nos aconsejó a todos. Muchas veces me corregía y me aconsejaba lo que tenía que hacer en distintas jugadas”, recordó.
GERENTE DE SU CUERPO
“Su mayor fortaleza son sus ganas de seguir creciendo y mejorando día a día en cada práctica. Tiene una gran madurez a pesar de la corta edad que tiene; esto se demuestra porque las cosas se le dicen una sola vez y no hay que repetírselas. Entendió que tiene que ser gerente de su cuerpo, que su cuerpo es una empresa, lo que haga o deje de hacer le va a pasar factura el día de mañana, pero él lo entendió y esa es su principal fortaleza”, explicó Noel Sanvicente.
Si bien es cierto desde niño forjó su personalidad, en los últimos meses el jugador asegura que ha existido un antes y un después. “Desde pequeño siempre fui un poco más alto que los demás y echaba cuerpo más rápido que otros. Siempre he sido constante en las prácticas pero no con la disciplina de ahora. ¿Por qué? Porque mi mentalidad cambió con esta cuarentena. Ahora fue que llegué a entender los beneficios que me trae las comidas que consumo y si bien es obvio que me han inculcado todos esos aprendizajes con el profesor Noel, quien siempre nos dice esa frase de que somos gerentes de nuestro cuerpo, fue con la cuarentena que reflexioné y me pregunté ¿por qué él me dice eso? Y desde entonces me ha cambiado la mentalidad y como mucho mejor de lo que lo hacía y entreno con mayor intensidad. Por ejemplo antes entrenaba con mucha entrega pero ingería mayor cantidad de dulces”, comentó Rivas.
“Soy una persona demasiado competitiva. A veces lo disimulo. Hoy me pongo a pensar en el tiempo en el que comí mal y me pregunto ¿Cuánta ventaja di? Hoy siento que si dejo de comer bien estoy dando ventajas, por eso sostengo que en la cuarentena me cambió la mentalidad”, agregó.
ASIGNATURA PENDIENTE
“Una de las cosas que tiene que mejorar son los duelos. Tiene que estar más atento, ganar esos duelos sin fouls. Creo que cada vez lo va haciendo mejor, es obvio que su juventud lo lleva a cometer errores pero es normal, apenas cumplió 17 años y eso lo hace uno de los más jóvenes de la plantilla. Por ser disciplinado y con gran profesionalismo se le nota la madurez dentro de la cancha, lo que le va a dar la fortaleza necesaria para ir mejorando”, explicó Sanvicente sobre los aspectos del juego que debe pulir el jugador.
“Coincido completamente con esa opinión del profe. He sido un poco fuerte en los mano a mano y sé que me puede traer problemas en el futuro. Tengo que aprender a parar a los jugadores sin cometer fouls”, complementó Rivas.
ALTAS EXPECTATIVAS
“Esperamos muchísimo de él. La experiencia la adquirió por trabajar con jugadores profesionales. Aprendió rápidamente lo que quería el nutricionista y en pocos meses se ha visto el cambio del chamo que llegó a el de ahorita. Por eso sabemos que puede ser un jugador muy importante no solo para el Caracas sino para llegar a la selección y tener una oportunidad de jugar afuera, algo de lo cual estoy seguro que pasará porque las cualidades las tiene y el profesionalismo también. Eso lo hace un distinto”, concluyó Sanvicente.
“Tengo una meta clara que es llegar y consolidarme en la selección. Llegar es fácil pero mantenerse no lo es. Hoy sé que no existe un lateral izquierdo indiscutible, por lo que espero en unos años ser el ganador de ese puesto. Hoy estoy en un grande de Sudamérica, pero quiero llegar a un grande de Europa”, finalizó el recién graduado de bachiller.