Prensa/CMB/Jabeando/27-10-2020.- Después de la tragedia y el dolor de perder a su hijo Julian, la cinco veces campeona mundial de boxeo Mia St John, se está preparando para luchar con todas sus fuerzas, así como con todo su corazón, tejido y ser, por la reforma de la salud mental.
Considerando su destino largo y duro, Mia reflexionó: “El boxeo era mi corazón y mi alma cuando era niña, pero no fue hasta más tarde que me di cuenta de que no era mi único propósito. Más bien, era el vehículo para mi propósito”.
Por esta misma razón, Mia se ha asociado con su hermano Duncan Richards, para instar a los jóvenes a que se mantengan activos, concentrados y avanzando, para detener las crecientes tasas de suicidio, directamente relacionados con problemas de salud mental en niños de hasta diez años de edad.
Duncan ha tomado la iniciativa al lanzar una película en línea, a través de su compañía Bodies in Motion, enfocada a niños en medio de la educación en línea. Destaca la necesidad del recreo, como parte esencial de la educación en línea. Su hermana Mia es una invitada estrella en el programa de recreo, explicando pacientemente y demostrando los conceptos básicos del boxeo. Con un récord de sesenta y cinco peleas, con cuarenta y nueve victorias, incluidos diecinueve nocauts, catorce derrotas y dos empates, Mia está bien calificada para hacer esto. Como ella misma señala: “El conocimiento es poder”.
Mia, que ha establecido su propia Fundación, dice que su fama le ha dado la oportunidad de aumentar la conciencia con determinación en beneficio de aquellos que luchan por sí mismos.
Todos tenemos la responsabilidad de ayudar a los jóvenes en apuros y angustias, de prevenir el suicidio en los jóvenes, con toda su vida por delante. No importa cuáles sean las circunstancias, la peor tragedia para un padre es la muerte de su hijo o hija.
Mucha gente trata de consolar a los que han perdido a un hijo diciéndoles: “Sé cómo te sientes”. Pero ellos no … solo aquellos que han experimentado su horror paralizante, posiblemente puedan conocer las profundidades de la agonía y la desesperación que permanecen ardientemente para siempre. Como dice el refrán: “Mil palabras no te traerán de vuelta, lo sé porque lo intenté. Tampoco un millón de lágrimas, lo sé porque lloré”.
Rose Kennedy, que sufrió tanto dolor a causa de la pérdida, durante su larga vida de ciento cuatro años, tal vez es quien mas se acerque a describir esta forma única y terrible: “Siempre se ha dicho que el tiempo cura todas las heridas. No estoy de acuerdo. Las heridas permanecen. Con el tiempo, la mente, para preservar su cordura, las cubre con tejido de cicatriz,y el dolor disminuye, pero nunca desaparece”.