Prensa/CIB/Jabeando/07-11-2020.- “El monstruo” japonés Naoya Inoue continuó ascendiendo en la lista de los mejores peleadores en la historia de su país y en el Top Ten de los mejores de la actualidad luego de su Ko sobre el australiano Jason Mooloney. Después de su terrible y desgastante combate con el consagrado filipino Nonito Donaire, se podía temer que Naoya hubiese podido quedar, de alguna forma, resentido por aquella trepidante pelea que, resultó criminal, sin embargo Naoya se presentó entero y en perfectas condiciones, lo que le permitió resolver el estilo del valiente Mooloney, quien opuso resistencia durante los 7 asaltos que duró el combate.
FUE UNA PELEA EMOCIONANTE
Inoue hasta ahora, presenta un récord inmaculado de 20 peleas ganadas, de las cuales 17 son por Ko. El japonés desarrolló un plan de pelea con miras a lograr un Ko a mediano plazo, pero Mooloney se presentó muy agresivo y desde el primer round forzó el tren de combate, por lo que Inoue se vio obligado a responder y fajarse de tú a tú. Mooloney, de esta forma, animó la pelea –incluso pegó uno que otro golpe bueno- aunque sin llegar a comprometer la verticalidad del campeón, Naoya bailaba al son que le tocaba Mooloney, pero siempre conservando su talante de campeón.
Los rounds avanzaban y la pelea era muy emocionante, siempre con Naoya conservando ventaja. El australiano presentaba combate, atacaba con valentía, pero ya resentía el castigo del campeón japonés. Su rostro ya presentaba moretones y heridas sangrantes.
Inoue es un peleador implacable y sus puños son potentes y cortantes. Llegó el 6° asalto con un Inoue entero y crecido y, un Mooloney valiente y arriesgado, pero disminuido por el golpeo furioso del campeón. Al final del round, Naoya puso en malas condiciones al australiano pero la campana vino en su auxilio. Exhausto y sangrante Mooloney se fue a su esquina tambaleando. El final se veía cerca.
Al sonar la campana del 7°, el aspecto físico de los peleadores presagiaba el desenlace, Mooloney agotado y golpeado e Inoue potente y ansioso por liquidar. El japonés atacó decidido y abrumó al australiano con su ataque de ambas manos. El castigo hizo rodar por la lona a Mooloney. El australiano, en forma casi suicida, trataba de oponer resistencia pero ya todo era inútil. El referee Kenny Bealys se apiadó de él y detuvo el ya desigual combate.
¿ES INOUE EL NÚMERO 1 DE LA HISTORIA DEL BOXEO JAPONÉS?
Aunque Inoue ha destacado como un gran campeón y uno de los mejores – Libra por Libra – de la actualidad. Hasta ahora solo tiene 20 peleas y todavía no ha tocado techo. El boxeo nipón ha dado grandes campeones en el pasado, los cuales han combatido 30, 40, 50 o más veces, enfrentando a duros rivales y conquistando coronas en varias divisiones cuando era mucho más difícil lograrlo. Masahiko Harada, por ejemplo, fue campeón en dos divisiones, y para conquistar esas coronas, debió destronar a dos inmortales, como el tailandés Pone King Pech y el brasileño Eder Jofre. Aparte de eso derrotó a históricos de México y Colombia, como José Medel y Bernardo Caraballo.
Por su parte, Yoko Gushiken fue un campeón Mini mosca que defendió la corona en 11 oportunidades y derrotó a grandes latinos como los panameños Jaime Ríos y Alfonso López. Kiochi Wajima fue un mediano junior que conquistó tres veces la corona. Shozo Saijo, Kuniaki Shibata, Hiroshi Kobayashi fueron campeones que defendieron sus coronas seis o más veces en los años 70. De hecho, Shozo Saijo fue el primer japonés que conquistó un título mundial fuera de Japón cuando, el 27 de septiembre de 1968 destronó en Los Ángeles, al californiano Raúl Rojas.
Naoya Inoue ya ha conquistado coronas en cuatro divisiones y, como dijimos, está invicto en 20 peleas. Puede llegar a ser el más grande, pero aún le falta alcanzar la gran jerarquía y trayectoria de algunos de los que le acabamos de nombrar. En cuanto al Top Ten de la actualidad, ciertamente Naoya discute el liderazgo con campeones de la talla de Vasyl Lomachenko, GGG, Errol Spence, Manny Pacquiao y Chocolatito González. Es, sin duda, un campeón de grandes proyecciones históricas.