Elvin Vargas fija la meta en los juegos Paralímpicos de Tokio

Caracas/Jabeando/Deportivas/11-12-2017.- Elvin Vargas, conocido entre sus vecinos de Cotiza, parroquia San José de Caracas, como Junior, está mentalizado desde que comenzó a practicar judo en ir a unos juegos, en su caso paralímpicos, y para eso trabajo todos los días en el Dojo Naomi Soazo, del Parque Naciones Unidas (PNU)en El Paraíso.

“Hace 14 años que comencé en este deporte, y ahora siento que la cita está allí. Cerca y lejos a la vez. En tiempo faltan apenas dos años. y lejos porque me suena distante geográficamente la tierra japonesa. Pero nada: !Aguárdame allá!, Juegos Paralímpicos (Tokio, Japón-2020)”, indicó convencido el pupilo del sensey Humberto Soazo.

Vargas y su entrenador se quejaron porque no pudieron asistir al primer tope mundialista del 2018 efectuado en octubre pasado en

Junior Vargas indicó que nació con problemas visuales congénitos (malformación que se presenta durante el período de gestación y puede ser hereditaria o no).

“Mis padres son ciegos total. Yo fui operado de los ojos cuando tenía como siete años de edad. Tuve reposo y cuido…Pero una vez en el colegio (San Francisco de Asís) jugando pelota me caí y me golpeé en la cabeza. El drama: desprendimiento de retina y pérdida de visión. Irrecuperable”.

SASUKE CRIOLLO

El niño Vargas cayó en un estado depresivo. Sus padres optaron por llevar a un psicólogo porque prácticamente no quería salir de la cama, de su cuarto.

“Fueron días duros, difíciles, pero gracias a mi papá logró inscribirme en un colegio especial y allí comencé practicar lo que se llama el ajedrez psicológico. Eso me ayudó mucho, elevó mi autoestima- Incluso represente al Distrito Capital en torneo de ajedrez especial”.

Vargas recordó que su padre trabajaba para entonces en la Alcaldía del Municipio Libertador.

“Recuerdo que se organizó en Caracas un torneo de ajedrez para ciegos, y vino el maestro internacional (español) Delfín Burdío. Resulta que le empaté el juego”.

El maestro español en agradecimiento le pagó el viaje para jugar en un torneo internacional en Bélgica (año 1999). “Aunque me fue muy mal, porque quedé como de 29, para mí fue un gran reto y me convencí que yo era un guerrero, como dicen en judo: un Sasuke (guerrero ninja), aunque más bien sería un guerrero criollo”, indicó.

DEL TABLERO AL TATAMI

“Debido a mi condición no era fácil continuar mis estudios, pues tenía que ser en colegios especiales para ciego. En el Fe y Alegría pude continuar mi formación: Pero me fui alejando de mi primer deporte, el ajedrez. Para comienzos del 2000, en búsqueda de retomar mi vida en el deporte conocí al judoca (B1: ciego total) William Montero”.

Montero con experiencia en Juegos Paralímpicos, presentó a Junior al profesor Humberto Soazo, quien desde entonces (2003) le ha guiado en su carrera.

De sus primeros torneos de importancia recuerda el Parapanamericano juvenil Barquisimeto (Lara) 2005 en que ganó bronce en la división menos 60 kilogramos.

Su primera incursión internacional con un décimo lugar en el mundial de judo Bromat, Francia 2006; el parapanamericano de Sao Pablo, Brasil, 2007, quinto; y otra vez entre los primeros cinco en el de Colorado Springs, Estados Unidos, del año 2009.

Elvin Vargas paralelo a estas incursiones en el extranjero se adueñó del podio en varios torneos paranacionales.

Hasta llegar a sus dos máximas conquistas, con son las medallas de bronces obtenidas en el Parapanamericano de Colorado Springs y en el Campeonato Mundial de Judo del año 2014, ambos en suelo estadounidense.

Actualmente Vargas está en el puesto 19 del ranking de judo de la Federación Internacional de Deportes para Ciegos (IBSA, siglas en ingles).

“Ahora estamos enfocados (la selección nacional de judo paralímpico) para las citas mundiales, a las cuales debemos asistir para buscar posiciones cimeras en el ranking y optar a un puesto para los Juegos Paralímpicos (Tokio-2020)”.

Vargas recordó que el pasado 3 de diciembre se celebró el Día Internacional de las personas con discapacidad, y envió un mensaje: “Somos especiales, tenemos algunas limitaciones. Pero estamos listos para competir con los convencionales, en cualquier área. También les digo a los compañeros invidentes que en el deporte también tenemos una oportunidad. Y el judo es inclusión, Por eso es mi deporte preferido”.

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