Por Jesús Cova
Foto: Cortesía
Prensa/AMB/Jabeando/16-11-2020.- La particular y acérrima rivalidad entre dos boxeadores ha sido parte consustancial e interesante de la disciplina, por décadas, quizás desde el momento en que la misma se profesionalizó y que no detiene su accionar, como se ha visto en estos días de convulsión por la pandemia en los cuales se ha alterado el normal ritmo del deporte mundial, A pesar de tal situación, el boxeo, sin embargo organiza programas en diversos lugares, sobre todo en Las Vegas, Nevada, en el que la Top Rank de Bob Arum monta todas las semanas carteleras de calidad aun cuando sin público presente, pero sí con la aplicación de necesarios protocolos de seguridad para el personal que trabaja en ellas.
De regreso con lo que tiene que ver con la pugnacidad entre dos peleadores, tema asomado al comienzo de esta nota, acotemos que al respecto hemos traído al recuerdo los nombres de algunas parejas de púgiles que coincidieron varias veces en un ring para protagonizar encarnizados combates, animados de esa particular animadversión.
Entre ellas pueden citarse los choques de los pesos completos Joe Jeannette- Sam Langford (pelearon 15 veces); Jeannette versus Jack Johnson (8 veces) a principios de 1900; los plumas Willie Pep y Sandy Saddler (4) entre 1948-51; Joe Louis y Max Schmeling, dos veces, en el ‘36 y el ‘38; “Sugar” Ray Leonard y Roberto Durán (3); Muhammad Ali y Ken Norton (3) y Joe Frazier(3); Aaron Pryor y Alexis Argüello (2); Durán ante Esteban De Jesús (3): “Sugar” Leonard- Thomas Hearns (2) en los 70-80 y finalmente en este siglo las memorables del filipino Manny Pacquiao y el mexicano Juan Manuel Márquez. Empataron en la primer (8/5/04), Pacquiao ganó por polémica DD (15/9/08) y por 2-1 (12/11/11) y el azteca venció en el sexto round, cuando perdía a los puntos, con una bestial derecha que dejó inconsciente a PacMan por varios segundos, el 8 de diciembre-2012.
NINGUNA COMO LA DE ROBINSON-LAMOTTA
Por encima de todas las citadas, sin embargo, es irrefutable que el boxeo no tiene en sus hojas históricas una animosidad parecida a la que protagonizaron en el peso medio “Sugar” Ray Robinson (Walker Smith su nombre de pila) y Jake LaMotta, “El Toro del Bronx”, en los años del 40 al 50.
Se ha repetido muchas veces que para el criterio de una notoria mayoría de los cronistas de ayer –al igual que aficionados, entrenadores y de sus colegas de profesión que le vieron pelear- RR ha sido la más “aceitada” máquina de boxear que haya estado sobre un ring y el “Mejor Libra por Libra” de la pasada centuria y de la historia. Nació en Vidalia, Georgia, el 3 de mayo de 1921 y falleció el 12 de abril de 1989 a los 67 años. Actúo 199 veces para 174 triunfos (109 por KO), 19 derrotas (1 por KO) y 6 tablas desde 1940 y 1965, con un receso entre junio del 52 y enero del 55, años que dedicó al festivo ambiente de la farándula.
Jake o Giacobbe LaMotta (NY, 10/6/1922-NY, 19/9/2017, 95 años), peleó entre 1941 y 1955 en 106 ocasiones para 83-19-4, 30 nocauts dados y 4 recibidos.
El primer enfrentamiento de ellos ocurrió el 2 de octubre de 1942 en el Madison Square Garden, en 10 rounds. Robinson subió con 35-0 y el rival mostraba 25-4-2. Robinson, un torbellino de velocidad y habilidad, impuso ambas virtudes a las que sumó su clásico 1-2 a la cabeza y al cuerpo para cargar con la decisión unánime.
En la segunda, el 5/2/43, Robinson llegó con ventaja al séptimo, pero LaMotta lo “prendió” con un devastador gancho izquierdo al mentón. La campana salvó a Robinson a los 9”, pero el fallo fue para LaMotta por 52-47,57-49 y 55-45, bajo el sistema de puntos que otorgaba 5 al ganador de un round, Con el fallo cayó también el invicto de por vida que había hilado el de Georgia, con 85-0 en el aficionado -que incluyeron títulos en torneos de Guantes de Oro- y 40 éxitos consecutivos en el profesional. Esto es, una cadena nunca igualada de 125 victorias al hilo sin la mancha de un revés.
Robinson ganó por decisión en la tercera, 21 días más tarde de nuevo en el Olympia y en la cuarta, en el MSG el 23 de febrero de 2 años después, sobrevivió a una dramática caída en el tercer tramo y al final venció por puntos. Cerró el ciclo con su cuarto triunfo, en 12 el 26 de septiembre del mismo año en el Comiskey Park de Chicago por la faja mediana de LaMotta, trifulca llamada “La Matanza de San Valentín”.
En los 4 éxitos de Robinson, de 1,80 de estatura, apeló a una receta invariable: veloces uno-dos y a ratos retroceder sin dejar de golpear, mientras LaMotta se encimaba como el animal de lidia del que tenía el apodo, sin bajar la guardia jamás.
En su trayectoria “Sugar” perdió solo una por nocaut, en una violenta contienda titular contra el semicompleto Joey Maxim en el ya demolido Yankee Stadium. Un deshidratado Robinson, víctima de los casi 40 grados de calor. Es anecdótico que el árbitro “abridor”, Ruby Goldstein, tuvo que ser reemplazado por Ray Michell en el 10° asalto, algo que hasta donde se recuerda nunca había pasado. Robinson estaba al frente con amplia ventaja cuando se desplomó en el rincón en el 13°.
Cerramos con una ocurrente y muy divulgada salida de LaMotta al hablar con un periodista acerca de sus cinco batallas contra Robinson: “¡He peleado tantas veces con ‘Sugar’ que no sé cómo no tengo diabetes!”