Prensa/CMB/Jabeando/11-02-2021.- Un sorpresivo gancho y tres golpes veloces cambiaron la vida de James Buster Douglas, quien pasó de ser un desconocido para la mayor parte del mundo a ser el que noqueó al “Hombre más malo del Planeta”. En este mes de febrero se cumplen 31 años de lo que probablemente ha sido la mayor sorpresa en el mundo del boxeo… El impactante nocaut sobre Mike Tyson.
“Coronarme campeón era un sueño para mí. Conseguir eso fue lo máximo. Fue asombroso”, Douglas dijo sobre aquel nocaut del 11 de febrero de 1990.
A Buster no se le daba oportunidad alguna de sobrevivir muchos asaltos frente al temible Tyson, quien marchaba invicto como campeón. Aquella pelea en Tokio se consideraba más bien un trámite para Tyson, previa a una esperada pelea con Evander Holyfield.
No muchos sabían que el retador al título mundial era un tremendo deportista, que había practicado basquetbol colegial. Pero no se le tomaba muy en serio pese a su record de 29 triunfos y 4 derrotas como profesional.
Hijo del boxeador Bill “Dynamite” Douglas, “Buster” había dado algunos destellos en su carrera, pero por momentos mostraba falta de disciplina.
Casi tres semanas antes del combate, Lula Pearl, la madre de Douglas y la persona que más creía en él, falleció. Cuando se le recordó que nadie pensaba que tuviera posibilidad alguna de derrotar a Tyson, James dijo: “Mi madre sí creía en mí”.
Tyson parecía indestructible arriba del ring, tenía un récord de 37-0 con 33 nocauts antes de esa pelea. Las casas de apuestas en Las Vegas lo consideraban favorito por 42-1. Pero esa noche “Buster” salió inspirado, soportó la tormenta en los primeros episodios, utilizando constantemente su jab de zurda. En el octavo episodio Douglas se fue a la lona, pero el siguiente episodio lo dominó por completo. En el décimo, vino la hazaña.
“Lo liquidé con una combinación. Le di cuatro golpes terribles. No pudo levantarse”, relató Douglas.
En octubre de aquel año perdió el cinturón frente a Holyfield en Las Vegas. La bolsa por su única defensa del título fue estimada en siete millones de dólares después de impuestos, por lo que le ayudó a tener una vida cómoda.
La Fe y la inspiración pueden mover montañas.