Por: José Cuevas
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Prensa/Jabeando/27-05-2021.- Bienvenidos amigos aficionados a otra edición de su Conversatorio de la Confederación Internacional de Boxeo (CIB), el cual se había tomado un receso, en mi caso porque estoy trabajando un nuevo proyecto denominado «Soy El Boxeo»…Anoten ese nombre por allí, pues habrá buenas sorpresas al respeto.
Bien, entrando en materia, para este 28 y 29 de mayo, dos venezolanos de la élite del boxeo volverán a subirse al ring para buscar sendos triunfos que le den más prestigio a sus carreras y alegrías a nuestro boxeo nacional que tanta falta nos hace.
En el caso de Carlitos Cañizales va su tercera defensa del título mundial mini mosca (48 kilogramos) la cual ganó a Reiya Konishi en el año 2018. Ahora la expone en Ciudad de México ante el azteca Esteban Bermúdez, cuyo récord de 13 victorias, 9 nocauts y 3 derrotas no dice mucho por lo que parece, sobre un papel, no ser el rival que baje del trono al muchacho del gimnasio Cacique Tuy de Antímano.
Aunque como siempre afirmamos, en el boxeo es bien complicado pronosticar, Especialmente en contra de un mexicano. Pero creo que Carlitos, el orgullo del Barrio San Pablito de Caricuao, aunque tiene casi dos años y un día sin subir a combatir, se ha enfrentado a rivales más exigentes que su rival de ahora, entre ellos al mencionado Konishi, a sus coterráneos asiáticos Ryoichi Taguchi y Sho Kimuara.
Ante este último fue su más reciente defensa lograda el 26 de mayo de 2018. Pero confiamos en Carlitos ya que está acostumbrado a pelear de visitante, hasta los días festivos como los 31 de diciembre, Él sabe salir victorioso en terreno ajeno.
No soy apostador, pero mi pronóstico es que Carlitos va a retener su faja por decisión, clara. Y también podría noquear. Pero mucho cuidado a la hora de ir por el remate porque la inactividad le puede pasar factura.
En cuanto a Jorge Linares quien va en busca de su cuarto título mundial, el segundo en el peso ligero (135 libras), su peso ideal, real, no la tendrá nada fácil ante el monarca Devin Haney.
Seguro al trepar al tinglado del Michelob Ultra Arena de Las Vegas, Nevada, Estados Unidos, el favoritismo en la ciudad de las apuesta estará a favor del estadounidense por ser el campeón, ser más joven (22 contra 35 años de edad de Linares), además tiene un poquito más de alcance de brazos que el criollo.
Y hay que reconocerlo, Haney es un peleador muy técnico, con suficiente poder para definir el encuentro antes del límite (Invicto en 25 peleas, 15 por nocauts)
Ahora, cómo veo la confrontación: La analizo así: Será una pelea muy estratégica, muy mental. Linares tendrá que ir round por round. Cada asalto será una pelea.
Allí en ese estilo de pelea, el barinés tiene chance, siempre que se mantenga alerta sin dormirse, recrearse, porque a veces se toma «unas vacaciones» en plena refriega.
Si Haney lo deja pensar, Linares va a estar metido y con chance de ganar la batalla.
El puño más efectivo de Jorge es esa derecha relampagueante, certera -Vasily Lomachenco sabe de lo que estamos hablando- la cual lanza en forma descendente. Pero ese puño ante un rival como Haney, rápido de piernas, de buena defensa, con un estilo de parada más bien oblicuo, solo será efectiva sí es lanzada al pecho.
De esta forma, si Haney se agacha, baja la cabeza, recibirá el impacto en plena barbilla o al pecho que también cobra dividendo a largo plazo.
Pero antes de lanzar ese recto de derecha más seguido, Linares tendrá que darle un uso magistral a su mano izquierda.
Esa mano izquierda en jab, tiene que transformarla en gancho. Esto obligará al hábil Haney a modificar esa guardia oblicua -tipo Floyd Mayweather- por otra más de frente.
De Linares lograr perfilar a Haney lo tendrá a tiro para su directo de derecha que es su arma más letal.
Ahora, Devin Haney no es mocho. Tiene un jab rápido. Contragolpea muy bien, con puños variados, en combinaciones rápidas y con potencia.
Así que Linares tendrá que cuidarse desde el primero hasta el último round de esas combinaciones rápidas. Tendrá que tener especial atención para dar un paso atrás y evitar los upercuts ascendentes de Haney.
Linares tiene la experiencia para ir poco a poco, marcando el ritmo del combate. Manteniendo su ofensiva, pero siempre alerta en su defensa. Metiendo sus puños desde la media distancia a la zona abdominal del campeón. Eso le va restar velocidad de piernas y agotará a Haney, especialmente en las postrimerías del combate.
Y si en algún asalto se presenta la ocasión, Linares debe rematar. El sabe hacerlo-recordemos como fulminó al «Cholo» Larios cuando conquistó su primer título mundial y al «Plátano» Salas, que tal cual cayó.
El nativo de Barinitas tiene la experiencia, el recorrido ante rivales de calidad para finiquitar la tarea. Pero sin descuidarse, porque el contragolpe del sepia estadounidense es letal.
Linares debe evitar quedarse con las manos, no recrearse, de manera especial en los rounds intermedios.
De no hacerlo podría surgir las heridas en sus pronunciados pómulos, muy propensos al sangrado y por allí podría írsele la chance de ganar otro título y mantenerse en la élite del boxeo actual.
En síntesis, veo la pelea con un 50 % de chance para cada uno. La veo por decisión. Doce rounds muy disputados, parejos. Y ojalá al final le levanten la mano al nuestro. Espero, deseo, ligo la victoria del venezolano.
Linares se lo merece por buena gente, buen boxeador, por dedicado a su profesión. Pero son tan solo deseos. La realidad luce más dura, más complicada a resolver.
Repito: Haney es el favorito, pero Linares no está muerto. Siempre tendrá opción. Pero debe hacer una pelea milimétrica, perfecta, apoyado en su experiencia, técnica y grandes condiciones físicas que seguro llevará al ensogado este sábado 29.
Así que este final de mayo puede ser muy feliz para nuestro alicaído (A nivel interno) boxeo nacional.
Cañizales y Linares tienen las condiciones para darle al boxeo criollo, a los aficionados, un nuevo aliento, un soplo de esperanza, que buena falta nos hace en estos tiempos tan difíciles, no solo por el tema Covid 19, como todos sabemos.
Hasta aquí amigos del boxeo este Conversatorio CIB, a través del cual he tenido el honor de contactar con ustedes. Nos vemos, Dios Queriendo, en esta misma esquina la próxima semana…!Chau!