Prensa/CMB/Jabeando/13-02-2018.- Por primera vez desde aquel 26 de enero cuando le dispararon por la espalda, el juvenil superpluma CMB, Eduardo «Rocky» Hernández, insiste en que la herida de bala es un reto, pero no cambia los objetivos por los que ha estado trabajando.
Pálido, pero totalmente decidido, sonriente a pesar de la incomodidad y usando un bastón de metal, Rocky de apenas veinte años, llegó a la conferencia de prensa semanal del Consejo Mundial de Boxeo, recibiendo merecidamente una ovación de admiración.
Dice que los dos ladrones que lo atacaron cuando salía de la escuela de inglés estaban armados con pistolas, y que la bala que tenía en la espalda era calibre treinta y ocho, disparada desde corta distancia, por lo que tuvo que someterse a una operación de tres horas.
Hernández, no tiene absolutamente ninguna palabra para los pistoleros. Pero elogia enormemente a Víctor Flores, el Jefe de la Unión Ferroviaria, quien se apresuró a brindarle todo el apoyo.
Rocky, que estaba con su entrenador Isaac «Tortas» Bustos, a su lado, dijo que los doctores habían ordenado al menos un mes de descanso para después empezar la rehabilitación, por lo tanto aún no tienen fecha para regresar al gimnasio
La falta actual de esa rutina a la que estaba acostumbrado es una de sus mayores frustraciones; sin embargo enfrenta este reto con una sonrisa, quizás nostálgica, pero con la certeza de estar nuevamente en los encordados.