Prensa/CMB/Jabeando/07–10-2021.- Como todos sabemos, existen reglas básicas de alimentación que sin importar si eres o no un atleta debemos seguir para tener una vida sana y equilibrada, y es que, una alimentación saludable y variada nos aporta los nutrientes necesarios para el correcto desempeño de nuestro organismo, pues levar una alimentación balanceada nos traerá grandes beneficios, por ejemplo: Nos brindan energía. Nos ayuda a mantener un peso adecuado. Estimula nuestro sistema inmunológico. Mejora el rendimiento físico. Retrasa el envejecimiento. Nos permite estar activos y en forma durante la vejez. Ayuda a combatir el cansancio y la fatiga. Mejora la habilidad de concentración. Reduce el riesgo de contraer enfermedades graves.
Ahora bien, para los atletas de alto rendimiento la buena alimentación es fundamental para obtener un buen desempeño deportivo, pues esta aportará todos los nutrientes necesarios en cada uno de los diferentes momentos de la práctica deportiva, es decir durante el entrenamiento, la competición, la recuperación y el descanso.
Tanto las vitaminas como lo minerales son nutrientes esenciales indispensables para el buen funcionamiento del organismo. Las vitaminas, son primordiales para el correcto funcionamiento y existen algunas que nuestro organismo no puede sintetizar y por tanto es esencial consumirlas en nuestros alimentos.
La vitamina D, es un nutriente indispensable para potenciar el rendimiento físico, ya que esta es fundamental para el crecimiento, ayuda a la formación y el mantenimiento de los huesos y dientes, actúa directamente sobre el sistema nervioso, fortalece el sistema inmune, influye en la absorción y el metabolismo de fósforo y calcio, interviene en la capacidad oxidativa y en la producción energética permitiendo que nos recuperemos más fácilmente.
Se ha comprobado que niveles bajos de vitamina D en sangre se relacionan con una mayor debilidad muscular lo que conlleva a una recuperación más lenta e incluso el incremento de sufrir alguna lesión.
Ahora bien, es importante aclarar que alterar los niveles de vitamina D puede ser perjudicial para la salud, pues la ingesta excesiva de esta vitamina provoca una intoxicación caracterizada por la elevación de la concentración sérica de calcio y fósforo, lo que conlleva a una calcificación de los tejidos blandos.
La falta de vitamina D puede provocar: Dolor muscular. Debilidad y dolor en los huesos. Calambres musculares. En los niños, raquitismo infantil. Concentración baja de calcio en la sangre. Osteomalacia.
Así mismo, la falta de vitamina D está asociada con algunas afecciones médicas, incluyendo diabetes, presión arterial alta y enfermedades autoinmunes.
Como sabemos la principal fuente de la vitamina D es la exposición solar través de la radiación ultravioleta de tipo B, basta con unos 15 o 20 al día, pero también la podemos encontrar en varios alimentos como: el aceite de hígado de bacalao, pescado luz, ostras, langostinos, almejas, huevo, leche entera, yogures enteros, queso, mantequilla, setas, champiñones, aguacate, por mencionar algunos.
Recuerda que para saber tus niveles de vitamina D es necesario que te realices un examen de sangre.
Como veras, la vitamina D es la gran aliada de tu organismo, así que recuerda ¡TU CUERPO, ES TU RESPONSABILIDAD!