Por Mauricio Sulaimán / Hijo de José Sulaimán / Presidente del CMB
Prensa/CMB/Jabeando/12-10-2021.- Este pasado sábado se dio una de las grandes peleas de la historia. Tyson Fury y Deontay Wilder se brindaron para dar a la afición del boxeo mundial un combate que —desde ya— ha entrado a la lista de las peleas más dramáticas de este deporte.
Los expertos la están comparando con aquellas que hoy se discuten con alegría y nostalgia: Alivs. Frazier, Ali vs. Foreman o Tyson vs. Holyfield.
Arriba del ring, Bob Arum brincaba de emoción y decía que esas fueron grandes peleas, pero sin caídas, y aquí ambos visitaron la lona y estuvieron al borde del nocaut en varios momentos del combate.
La rivalidad entre estos dos guerreros ha crecido conforme pasan los años.
Se enfrentaron en 2018 y Wilder defendió su corona de manera dramática, al rescatar un empate gracias a una caída en el duodécimo; Fury cayó fulminado, pero milagrosamente se incorporó al nueve y acabó la pelea lastimando al estadounidense.
La segunda fue muy diferente. Se dio en febrero del año pasado, siendo el último gran evento antes de la pandemia. Fury dominó por completo desde la primera campanada, lo tumbó dos veces y la esquina detuvo la pelea en el séptimo. Después vino el tema del Covid-19, una batalla legal y un juez determinó que se tenía que dar la revancha.
Mientras Wilder estuvo en total silencio, Fury no paró de estar en los reflectores. El pesaje fue espectacular, al ver un Deontay con una musculatura impresionante, marcando el mayor peso de toda su carrera: 238 libras; Tyson, por su lado, no se quitó la playera y lucía “gordito”, marcando 279 libras.
El ambiente fue electrizante y al sonar la campana inició una pelea que será recordada por siempre.
Wilder dominó ampliamente los primeros dos rounds, golpeando fuertemente el cuerpo de Fury. Lucía rápido, contundente y confiado, hasta que en el tercer episodio el británico lo conectó con un salvaje derechazo, mandándolo a la lona; lo siguió golpeando y parecía inminente que el final estaba cerca, pero lo salvó la campana.
Empezó el cuarto y todos esperaban ver cómo acabaría Fury con Wilder, hasta que, de repente, ¡el estadounidense conectó su tradicional derechazo y mandó a la lona al británico!
El público explotó en júbilo, Wilder se fue encima del gigante inglés y lo volvió a tirar; era increíble lo que se estaba viendo, Deontay cometió un grave error al irse a su esquina y el réferi aplicó el reglamento, detuvo la cuenta y lo dirigió a la zona neutral, dando oportunidad a Fury para incorporarse y terminar el round.
El desgaste físico de ambos hacía que el drama siguiera en ascenso, minuto tras minuto, round tras round… ya para el final del octavo, Wilder estaba exhausto; el doctor visitó la esquina con preocupación, pero con corazón de león siguió adelante. Era dramático verlo, pues parecía que no podría continuar; agua helada caía sobre su cabeza y lo revivía, parecía un gladiador de la época de Roma.
En el décimo cayó Wilder una vez más, pero cerca del final del episodio reaccionó, conectó al británico y Fury estuvo a punto de caer, mientras el público vivió un momento de emoción y drama.
Finalmente, en el undécimo round, un bestial derechazo mandó al estadounidense a la lona de frente, tratando el réferi de agarrarlo mientras caía; se acabó, y así Tyson retuvo su cinturón verde y oro.
Quedé gratamente sorprendido por las muy bien conducidas instrucciones de la pelea en el vestuario, el árbitro Russel Mora y el director ejecutivo de NSAC, Bob Bennett, se aseguraron de que se hicieran cumplir las reglas del combate. Las peleas anteriores habían visto tácticas duras y complicaciones, el tamaño de los peleadores y las emociones lo complicarían si el réferi pierde el control de las acciones, sin embargo, Russell Mora tuvo una gran actuación y fue fundamental para el gran e histórico evento que acabamos de presenciar.
Deontay Wilder debe ser elogiado por su corazón, su voluntad de recuperar la supremacía de los pesos pesados, sus determinaciones y su valiente esfuerzo. Incluso en la derrota, Wilder se ha ganado el respeto y la admiración del mundo. Se ha informado que sufrió fracturas en la mano lo que hace que esto sea aún más dramático y habla de su grandeza.
El WBC se siente honrado por la pelea que estos guerreros dieron, el legado de peso pesado continúa con orgullo. Ali, Frazier, Foreman, Holmes, Tyson, Holyfield, Bowe, Lennox, Klishtko y, por supuesto, Wilder y Fury.
¿SABÍAS QUE…?
En la división de peso completo han existido muchas revanchas, pero muy pocas trilogías: Ali vs. Frazier, Ali vs. Norton, Holyfield vs. Bowe y, ahora, Fury vs.Wilder.
ANÉCDOTA DE HOY
Hablando de Ali, que fue protagonista de trilogías con Joe Frazier y Ken Norton, una ocasión que se encontraba en México, mi papá platicaba que fue a verlo al hotel en donde se hospedaba, y en la habitación había un gran espejo en el techo, por lo que recostado sobre la cama, boca arriba, decía: “¿No hay duda José, soy muy guapo… no crees?”.
Mi papá sólo sonrió y volteó hacia arriba, en donde se reflejaba la figura de ébano…
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