Caracas/Jabeando/27-02-2018.- Tal día como hoy, 27 de febrero, pero hace cuarenta y siete años, Vicente Paúl Rondón un humilde muchacho proveniente de San José de Río Chico (estado Miranda), pero criado en la parroquia Antímano de Caracas, estremeció al país, y especialmente a la capital, cuando se convirtió en el segundo campeón mundial de boxeo profesional de Venezuela.
Aquel sábado en la noche el ambiente era tenso en el Nuevo Circo de Caracas, pues el criollo Rondón intentaría imitar a su compatriota Carlos “Morocho” Hernández, nativo de la parroquia La Pastora, quien la historia registra como nuestro primer monarca mundial de boxeo (enero de 1965).
El rival de Rondón, el estadounidense Jimmy Dupree era un rival peligrosísimo, pegador nato.
Tanto es así, que aquel año 1971, el campeón absoluto del peso semi completo (81 kilogramos), el también gringo Bob Foster, prefirió dejar vacante su faja reconocida por la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) antes de enfrentar al primera retador, el tal Dupree.
Luego de la presentación de los dos retadores, Rondón y Dupree, el refería, también estadounidense, Zachary Clayton, indicó al campanero y se inició la refriega titular.
Un primer round en que ambos rivales no se hicieron nada. Rondón, más alto, intentando mantener alejado con su largo jab de izquierda a un Dupree, que como su apodo lo indicaba parecía una “Pantera” listo para descargar el zarpazo.
El potente arañazo se produjo como muy pronto, apenas comenzando el segundo capítulo.
Un upercut de derecha al estómago hizo doblar al barloventeño y poner rodilla en tierra.
En el llamado Nuevo Circo se la había ido la luz a Rondón, ante el pánico reflejado en cientos de aficionados que colmaron el coso de San Agustín esa noche calorosa de febrero.
Rondón se paró. Pudo capear el vendaval de puños y sobrevivió al angustioso asalto.
Su entrenador Tuto Zavala hizo “milagros” para revivir al muñeco de trapo gris que recibió en el asalto anterior.
El muchacho de Barlovento salió a trabar a su rival, recurriendo a los clinches (amarres). Aguantó a pie firme este tercero, y también pudo contragolpearlo.
El cuarto comenzó el viacrucis para Dupree. Un Rondón ya recuperado el alma, soltaba fuertes puños que tatuaban cicatrices en los parpados de su rival.
El quinto tramo fue dramático, pues casi a filo de la campana, un cruce largo de derecha sobre el maltrecho rostro del paisano de Trump (bueno en aquel entonces era Richard Nixon el mandamás en la Casa Blanca).
Volviendo al ruedo del Nuevo Circo de Caracas: Ahora todo indicaba que el negrito (aunque también le decían el Muchachote de Barlovento, como antes se conoció a su paisano de la tierra del tambor, el pelotero Vidal López) estaba a punto de noquear a Dupree.
En el sexto episodio se concretó la sentencia: Rondón acribilló con combinaciones de golpes cortos al estadounidense, quien fue protegido por su coterráneo Clayton, que detuvo la masacre.
Ese año 1971, Rondón demostró que no era segundo de nadie sobre un ring, pues además de ganar el título mundial, hizo 4 defensas de su campeonato. Gracias a estos triunfos, fue elegido el Deportista del Año en nuestro país.