Prensa/Jabeando/28-10-2021.- Fue el combate de los dos ídolos invictos. El de México Carlos Zárate y el boricua Wilfredo Gómez. El azteca presentaba un récord de 52 triunfos 51 de ellos por nocaut, mientras que el de borinquen lucía un registro de 21 triunfo todos por nocaut y un empate. Zárate era campeón Mundial de los Gallos versión CMB y ya llevaba un reinado de más de dos años, mientras que Gómez era el Monarca de los Súper Gallos, también por el CMB y llevaba a cabo la quinta defensa de su título que había conquistado noqueando al coreano Dong Kyum Yum, el 21 de mayo de 1977 en el Coliseo Roberto Clemente San Juan de Puerto Rico.
El combate se llevó a cabo luego de varios inconvenientes relacionados con la salud del mexicano Carlos Zárate quien estuvo aquejado de fiebre y una fuerte gripe. No obstante, se desechó la posibilidad de posponer la pelea debido a tantos intereses que había en juego. La campana sonó ante un Coliseo Roberto Clemente a reventar; ambos salieron cautelosos pendiente de cuál sería la estrategia que seguiría el contrario. Zárate, sin embargo, parecía llevar la intención de ser el más agresivo. Wilfredo tenía instrucciones de su esquina de no violentar la pelea y evitar un cambio de golpes que pudiera favorecer el mexicano.
El segundo asalto siguió con la misma tónica con ligera ventaja para Gómez que se animó a lanzar un contra golpe con el cual logró atizarle un par de puños a Zárate, para el tercer asalto nuevamente la esquina del boricua le advirtió sobre el peligro que representaba el mexicano y lo instruyó para que fuera cauteloso; esto lo aprovechó Zárate para llegar con un par de combinaciones al rostro y al cuerpo del boricua; en el cuarto asalto luego de dos minutos de poca acción Zárate llevó a Gómez contra las cuerdas pero este lo contragolpeó con un gancho de izquierda que derribó al mexicano. Con la campana por sonar Zárate recibió el conteo del réferi mientras Gómez lo acechaba para rematarlo el Coliseo Roberto Clemente era un Pandemónium. Wilfredo golpeó a Zárate y nadie escuchó que había sonado la campana.
Al salir para el quinto round se veía que Zárate estaba lastimado por lo cual el boricua Gómez se lanzó al ataque decididamente. Zárate se fue a las cuerdas con las piernas temblorosas mientras Gómez lo perseguía lanzando golpes de todas las marcas. Al verlo sin chance la esquina de Zárate lanzó la toalla en señal de rendición. El Coliseo Roberto Clemente se venía abajo; euforia total por el triunfo de Wilfredo ante tamaño rival. Luego de esta gran pelea Zárate todavía defendió su título Gallo varias veces hasta perderlo ante su compatriota Guadalupe Pintor. Aunque muchos no lo vieron perder siempre quedó la idea de que Zárate nunca fue el mismo después de aquel nocaut ante Gómez.
Gómez continuó su carrera triunfante y aunque sufrió una dolorosa derrota ante el mexicano Salvador Sánchez el 21 de agosto de 1981 en Las Vegas, posteriormente conquistó los títulos Pluma y Ligero Jr. venciendo a su compatriota Juan Laporte y al norteamericano Rocky Lockridge, perdió su título Ligero Jr ante el panameño Alfredo Leyne en una lamentable demostración que dejó claro que ya no estaba para seguir peleando. Pero Gómez es considerado por la mayoría como el mejor peleador que ha dado Puerto Rico y esta gran noche del 28 de octubre de 1978 siempre será recordada como una joya en la historia del boxeo boricua.