Round 12: Ocho años en la presidencia del CMB

Prensa/CMB/Jabeando/1502-2022.- Este pasado viernes 11 de febrero se cumplieron ocho años de mi elección como presidente del Consejo Mundial de Boxeo. Por alguna extraña razón nunca recuerdo esa fecha hasta que alguien me llama o escribe para felicitarme, quizá es por los sentimientos encontrados que este suceso genera en mí. No había transcurrido siquiera un mes de la muerte de mi adorado papá y la junta de gobierno del CMB me estaba otorgando su confianza de manera unánime para dirigir este organismo.

Yo empecé en el boxeo únicamente para ayudar a mi papa, para tratar de apoyarlo en cosas menores pues desde niño vi como su carga de trabajo era y siempre fue extraordinariamente pesada. Mis labores eran las básicas, tomar recados, hacer llamadas, contestar algunas cartas, atender visitantes, entre otras cosas; Ya cuando estaba en la universidad, en el Itesm, realizaba algunas cosas de mayor importancia, básicamente relaciones publicas y justo al graduarme en 1994, la Federación Norteamericana de Boxeo (FNAB), me nombró vicepresidente y así inicié mis primeros pasos en la administración del boxeo.

Mi papa y yo estábamos muy claros en algo, yo participaba en el boxeo únicamente para ayudarlo y para estar cerca de él. El fue mi máximo Ídolo, mi adoración, lo maś importante en mi vida, siempre fue mi Dios. En muchas ocasiones discutimos al reclamarme que dejara de atender cosas de boxeo y me dedicara de lleno a nuestra empresa, Controles Gráficos, pasaban 15 minutos y ya me estaba pidiendo que llamara a Don King o al Sr Honda para ver cosas de boxeo.

El día que falleció se fue parte de mi, y yo estaba convencido que mi labor en el CMB y el boxeo había terminado. Los servicios funerarios fueron increíblemente importantes para nuestra familia. Fue impresionante la cantidad de personas que asistieron al Panteón Francés en la Ciudad de México, para acompañarnos y dar el último adiós a don José. Tuvimos que alargar un par de días los servicios para dar oportunidad a que llegaran a México muchas personas de Asia, Europa y África. Ocupamos todas las salas de velación, las cuales estuvieron llenas en todo momento.

Fue tal el cariño que recibimos que nos permitió así entender lo mucho que había significado mi papá para miles de personas; El mundo entero nos arropó y abrazó con cariño, nos abrió su corazón y nos quitó toda pena dando un sentimiento de orgullo y compromiso para seguir los pasos y seguir construyendo un legado basado en sus principios y valores, pero sobre todo en la vida y en la protección de los boxeadores.

Mi mama y mi esposa Christiane me hicieron ver que sería terrible que yo dejara el CMB tras vivir lo antes descrito, y fue así que me convencí de seguir en el organismo para apoyar a quien fuera electo presidente. Era ineludible que se tuviera que llevar la elección conforme al reglamento al haber fallecido el presidente y fue así que el 11 de febrero de 2014 se llevó a cabo la sesión general de la junta de gobierno. Ese día fui electo presidente del Consejo Mundial de Boxeo.

Son ya ocho años, es increíble como pasa el tiempo; Han pasado tantas cosas en este abrir y cerrar de ojos y aquí estamos ya en 2022. Algunas cosas que recuerdo en este proceso y que me han marcado de manera especial son, entre otras :

Conocer, gracias a mi hermano Héctor, al Santo Padre Francisco, quien por medio de su fundación Scholas Ocurrentes nos ha dado el gran privilegio de poder llevar el programa BoxVal (Boxeo con Valores)

Presenciar el histórico perdón presidencial que el expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump, otorgó al primer campeón mundial de raza negra, Jack Johnson, en la oficina oval de la Casa Blanca.

Vivir con gran honor el Premio Nacional del Deporte que el Gobierno de México otorgó a mi papá de manera póstuma. Siempre fue la ilusión de mi padre ser reconocido en su patria y ese día fue increíble ver a mi mamá a recibir dicho premio.

Ser premiado con el mismo honor en 2020 y estar en la ceremonia al lado de Fernando Valenzuela.

Por mucho, lo mas gratificante es poder contar con la amistad, respeto y cariño de la gran mayoría de los boxeadores, ellas y ellos son parte de mí, es amistad sincera y de por vida. Me da gran satisfacción ser amigo de aquellos que van empezando, que tienen la ilusión de algún día cumplir sus sueños, también cuando llegan al campeonato y se empiezan a solidificar, también quienes llegan a ser súper estrellas, como es hoy Canelo Álvarez y Tyson Fury, Jackie Nava y por supuesto con quienes tengo una maravillosa relación es con aquellos que ya colgaron los guantes, sin importar su nivel de grandeza o popularidad, el CMB siempre será su casa y los Sulaimán su familia.

Este pasado sábado asistí con mi esposa Chris a la boda de Evander Holyfield y su ahora esposa Shevon. Me dio mucho gusto haber sido invitado por Holyfield, fuimos pocos los considerados del mundo del boxeo y por ello me siento así de honrado. Fue increíble ver a ese gran campeón, quien era temido en el ring, demostrar su lado íntimo, su amor hacia Shevon era evidente en todo momento y la ceremonia fue muy emotiva. Para nosotros, como pareja, fue una gran experiencia de vida, nos llevó a renovar nuestros votos que un día ante Dios ofrecimos y que tan comúnmente se rompen en la sociedad actual. El matrimonio es sagrado y es para toda la vida, dando todo, en las buenas y en las malas, en la riqueza o pobreza, con salud o en la enfermedad… Pienso hace 22 años que Chris y yo nos dijimos eso mismo y en esta ceremonia logramos revivirlo y darle gracias a Dios por mantener nuestro matrimonio con un hogar lleno de amor, respeto y entendimiento mutuo.

¿SABÍAS QUE?

El Consejo mundial de boxeo ha tenido 6 presidentes en sus 59 años de existencia. El primero fue Onslow Fane de Inglaterra quien al día siguiente nombró a don Luis Spota como presidente activo, después Justiniano Montano de Filipinas seguido por el profesor Ramón G. Velázquez; En 1975 mi padre José Sulaimán fue electo, puesto que conservó hasta su ultimo suspiro el 16 de enero de 2014, seguido por mi persona.

ANÉCDOTA DE HOY…

Una de esas veces que mi papá me decía que dejara el boxeo y me dedicara a la empresa, fue justamente durante la semana de la histórica pelea de Julio Cesar Chávez vs Greg Haugen, quienes llenaron el estadio azteca. Por ello me perdí toda la gran actividad alrededor del evento, entrenamiento público, conferencia de prensa y pesaje.

Llegué al Estadio Azteca con mis amigos como un aficionado más. Cuando estaba lleno el estadio antes de salir Chávez del vestidor, mi papá estaba arriba del ring con una gran sonrisa y de repente volteó a verme y me dijo:

“Mijito, ven , súbete al ring conmigo” y yo por despecho le dije que no (Derivado que me había dicho que dejara el boxeo)… su cara se transformó a una evidente tristeza al ver mi rebelde contestación, me impactó tanto que pegué un brinco para subirme al ring y abrazado a él vi la salida de Chávez con 136 mil espectadores cantando México Lindo y Querido….

Agradezco sus comentarios en [email protected]

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