Prensa/CMB/Jabeando/12-05-2022.- Cualquiera que haya seguido la carrera de Sugar Ray Leonard sabe que se convirtió en una leyenda del ring desde el momento en que superó hábilmente al zurdo cubano Andrés Aldama para ganar el oro en los Juegos Olímpicos de Montreal de 1976, cuando los comentaristas Howard Cosell y George Foreman identificaron a una superestrella. Una supernova formándose frente a sus propios ojos. Fue suficiente para volar tu mente… ¡e incluso para quitarte la peluca!
En esta entrevista muy diferente, Pepe Sulaimán le pregunta a Ray qué hubiera sido si nunca se hubiera convertido en boxeador. Ray responde: “No habría estado aquí y posiblemente no estaría vivo? El boxeo le permitió a mi padre vivir hasta los noventa y cinco años. Pero cuando regresé de los Juegos Olímpicos, el estaba en coma y necesitaba atención médica. Hablé con mi mentor Janks Morton y me aconsejó convertirme en profesional. El boxeo fue un sueño hecho realidad y el boxeo es mi vida. El boxeo es un amigo”.
Ray es un competidor natural. Antes de su primera pelea, cuando Roberto Durán burlonamente se metió debajo de su piel y se metió en su cabeza, mucho antes de golpearlo, perdió la compostura, perdió la calma y fue derrotado. Luego dejó de lado el momento más triste debido a esa pérdida decidió recuperar su preciado cinturón verde y dorado.
Ray extraña entrenar hasta la cima del cenit físico y mental: “Es música para mis oídos. Es una gran sensación. Ves la transformación en mente, cuerpo y espíritu. La anticipación de ella. Es una señal de vida. Esas son las cosas que extraño. Ya no peleo más, pero nunca dejaré de golpear la bolsa y moverme. Cuando juego tenis, hago sprints y corro como un veinteañero, ¡Aunque luego lo siento! ”
Ray, un gran sujeto, admite con franqueza que a veces la familia no era lo único y terminaba con toda la atención y la prioridad de enfoque, porque tenía que entrenar muy duro, pero tocando madera, sus hijos han resultado muy bien: “Cuando ganas algo, te has llevado algo. El boxeo es vida, negocios, compañerismo y amigos. No lo haría de otra manera. El boxeo es la vida y la lucha es la vida. Me metí en una zona. La gente te dice que no puedes. hazlo porque no pueden hacerlo. El boxeo se trata de ser duro, pero también de ser inteligente. Tienes que escuchar a tu cuerpo”.
Delgado, en forma, elocuente y guapo a los sesenta y cinco años, Ray reflexiona: “La vida es lo que tú haces de ella. Mi estilo es ser amable y no dar las cosas por sentadas. Respeta a los demás. Mi padre me dijo, no olvides de dónde vienes. Mi padre todavía juega en mi cabeza y en mi corazón, saludándome a veces, dándome ánimo y confianza. Los últimos dos años han sido aterradores. Tengo algunos amigos que han recibido grandes golpes debido a esta pandemia. ¡Pero no se dieron por vencidos!“.
Ray adora a sus fans y siempre tiene tiempo para ellos. Él dice: “Es una posición increíble para estar”.
Esto es solo un boceto de la uña del pulgar. Espero que haya abierto su apetito por más que se pueden encontrar en: