**Consecuencia que rebota entre presuntos responsables y el consecuente olvido
Por José Enrique Cuevas y José Camejo Suárez
Caracas/Jabeando/06-04-2018.- Recientemente, acaba de ocurrir un hecho inesperado, fatal y lamentable en Barranquilla Colombia, cuando el 17 de marzo de 2018, el joven boxeador, peso pluma venezolano, Yeison Cohen (2-8-1) de 28 años de edad perdió la vida después de haber sido noqueado por Hugo Berrío (26-7-1) de 31 años de edad, el 02 de marzo del año en curso.
Luego saldrían los comentarios a relucir, “que no tenía permiso para combatir”, “que previamente había sufrido una lesión en la cabeza”, “que no le habían otorgado la respectiva ficha médica”… En fin una serie de interminables señalamientos como buscando un culpable que, por supuesto, nunca aparecerá. Un hecho que enluta al boxeo venezolano y hoy parece completamente echado en el olvido, sin que haya una opinión acertada que intente aclarar el asunto.
OBITUARIO
Haciendo una somera revisión de la muerte de venezolanos en el ring, ofrecemos la siguiente relación:
Ernesto “Coquito” Jackson: (semi pesado) (2-7-1) Recordamos el primer caso registrado el 01 de noviembre de 1952, cuando este venezolano cayó, en Lomas de Zamora-Argentina, fulminado por José Pons (24-3-0) después de haber recibido un fuerte castigo, falleciendo una semana después.
Miguel Ángel Fernández: (peso pluma) El 15 de octubre de 1961, en el Nuevo Circo de Caracas cayó frente a Emiliano Gómez, se desplomó en el ring luego de haber protestado porque el árbitro suspendió el combate.
Virgilio Acosta: (Peso pluma) El 29 de septiembre de 1962, perdió por nocaut en el décimo round con Francisco Bolívar en el Nuevo Circo de Caracas, falleció el primero de octubre de 1962.
Antonio José Colina: falleció dos días después de haber caído en el sexto asalto como consecuencia de los golpes recibidos por Douglas Labrador el 14 de abril de 1973.
Antonio Guevara: falleció el 7 de marzo de 1983, después de 18 días de su combate con el filipino Jung Resma.
José Gregorio Padrino: (peso mosca)falleció en un hospital de Maracaibo, donde fue internado tras sufrir un desmayo al concluir un combate que perdió por decisión de los jueces, en Ciudad Ojeda estado Zulia, el 21 de marzo de 1986, frente a Aquiles Guzmán. Al finalizar el combate, Padrino se dirigió a su vestuario, se duchó y 10 minutos después se desmayó.
Carlos Barreto, “El Gallo de Petare”: (Súper gallo) (13-2-1) El 09 de octubre de 1999, en El Parque Naciones Unidas de Caracas, perdió en el décimo round por Kot., el combate frente a Luis Valbuena, tres días después falleció. Previamente, el 9 de mayo de este mismo año, en el Hotel Hilton de Las Vegas EE.UU. sufrió su primera caída en el boxeo profesional cuando defendía el título mundial Súper Gallo de la Asociación Mundial de Boxeo, frente a Néstor Garza. Barreto había ganado 13 combates y tenía un empate con su compatriota Luis Valbuena, el 30 de abril de 1988.
REQUIEM
En Venezuela se han cuantificado 8 decesos por consecuencia del boxeo, desde 1952 hasta la fecha, dos de estos en el exterior, el primero Ernesto “Coquito” Jackson en Argentina y, el último, Yeison Cohen en Barranquilla. Siempre que ocurrieron, estos lamentables hechos, se dieron comentarios como estos: “el boxeador no estaba en plenitud de condiciones”, “ingirió alimentos pocas horas antes del combate”, el árbitro debió suspender el combate ante el castigo que estaba recibiendo el atleta”, “el second no tiró la toalla a tiempo”, “no había la presencia del médico especialista, ni ambulancia para trasladar al lesionado”, “el boxeador no tenía autorización ni la ficha médica respectiva”, “el boxeador estaba tocado, venía de perder varias veces por nocaut y solía manifestar dolores de cabeza”…, en fin múltiples excusas con señalamientos que se quedan en el vacío, para luego olvidar el asunto.
ÁMBITO INTERNACIONAL
Según la revisión bibliográfica y la experiencia personal acumulada, vamos a citar tres casos de muertes en el boxeo internacional que en Venezuela ocuparon las páginas de periódicos con singular particularidad: Benny “Kid” Paret, Davey Moore y Alejandro Lavorante, dos latinos y un estadounidense.
Benny “Kid” Paret (Peso Welter)
El 24 de marzo de 1962 en el Madison Square Garden de Nueva York., el cubano Benny “Kid” Paret, en una tercera confrontación, después de haberse dado una victoria para cada uno, fue noqueado por Emile Griffith, a los 2.09 minutos del décimo segundo asalto en un combate pautado a quince rounds.
Aunque era evidente la demostración de aturdimiento que acusaba Paret por los puñetazos que recibía de Griffit sin poder defenderse, el réferi Ruby Goldstein permitió que Griffith continuara su asalto. Finalmente, después de una andanada de golpes consecutivos que llevaron a Paret sobre las cuerdas, Goldstein intervino y suspendió el combate. El desenlace se dio el 3 de abril de ese mismo año, cuando sin haber recuperado la conciencia, el cubano murió a la edad de 25 años, víctima de una paliza brutal.
Es muy conveniente citar que tres meses antes, el 9 de diciembre de 1961, Paret fue noqueado, en el Convention Center de Las Vegas, por Gene Fullmer en pugna válida del título mundial peso medio de la Asociación Nacional de Boxeo.
Video: https://youtu.be/FQcif_3yZ0I
Alejandro Lavorante (Peso completo)
El peso completo argentino, luego de acceder al premio del «mejor peso pesado del año», perdió dos peleas consecutivas: una contra Archie Moore y otra contra Cassius Clay, para finalmente quedar en coma al ser fulminado por el norteamericano Jhonny Riggins el 21 de setiembre de 1962.
Luego de una dura pelea con Johnny Riggins, Alejandro Lavorante (19-5-0) cayó en estado de inconsciencia debido, según el parte médico, a los coágulos en el cerebro producto del combate. Después de permanecer recluido durante seis meses en un hospital estadounidense, sus padres y sus cuatro hermanos decidieron llevarlo a su país de origen Argentina, donde estuvo más de un año inconsciente en el Sanatorio Felibert de Rosario. Falleció, a los 27 años de edad en la ciudad de Mendoza el primero de abril de 1964.
Davey Moore (Peso pluma)
El 21 de marzo de 1963, Davey Moore fue noqueado, en el décimo round por el cubano Ultiminio Ramos, quien ya tenía experiencia de este tipo cuando su Lapaisano José “El Tigre” Blanco fue fulminado el 8 de noviembre de 1958 en La Habana Cuba. Davey Moore, recordado en Venezuela por su triunfo, por Kot, sobre al italiano Sergio Caprari el 22 de febrero de 1960 y el impresionante nocaut que le propinó Carlos “Morocho” Hernández el 14 de marzo de 1960, en el Nuevo Circo de Caracas, con la consecuente fractura de la mandíbula, posteriormente triunfó en 19 combates consecutivos, antes de ser superado, en el Dodger Stadium de Los Ángeles, por Ramos, en disputa de la corona mundial pluma de la Asociación Mundial de Boxeo y el Consejo Mundial de Boxeo.
Durante varios días permaneció en coma, Davey Moore expiró el 26 de marzo de 1963. La autopsia reveló que la muerte fue a causa del choque que sufrió con la cuerda inferior en el ring, además de algunos golpes que recibió en el mentón.
Video: https://youtu.be/OlVQ7PHi-Ss
A MODO DE PROPUESTA
Con la finalidad de dar a conocer, posibles soluciones, según nuestro parecer, es imperativo asomar algunas sugerencias que pudieran generar el intercambio de ideas en el marco conceptual del mejoramiento de la calidad del boxeo venezolano y su entorno. En función de originar modelos gerenciales para reducir a su mínima expresión la fatalidad en el ring e incrementar el ingreso financiero que mejore, sustancialmente, con énfasis en la condición humana, muy particularmente, del atleta
Consideraciones previas: Ante el aparente cuadro crítico que cada vez pareciera agudizarse en el boxeo venezolano, es preciso ofrecer algunas consideraciones que pudieran servir para minimizar esta agonía, pero antes, es ineludible que los responsables del boxeo nacional, supervisores nacionales y regionales, promotores, entrenadores, árbitros, jueces y otros vinculados con este deporte deben admitir, que en la práctica del boxeo profesional venezolano existen múltiples problemas que ponen en peligro la salud física y mental de los atletas. Si no lo concebimos así, entonces no hay propuesta que valga. Pues para la solución de todo problema, lo primero es conocerlo.
Puntualmente es preciso acotar que la autoridad competente debe cumplir y hacer cumplir el Reglamento del Boxeo Profesional de Venezuela (Si es que realmente existe) Puesto que se suele apreciar que boxeadores con más de 40 años de edad todavía suben a combatir en un ring, exponiendo su integridad física y mental. Se pauta combates muy desiguales, en peso, récord y experiencia, se anuncia y ejecutan confrontaciones por títulos nacionales, con participantes que apenas han ganado 1-2 combates y han perdido 8 o más.
Esto siembra una estera de nocauts en cada cartelera. Al mismo tiempo se atisba a boxeadores que pierden por nocaut y en menos de tres meses vuelven a subir al ring sin haber pasado por los exámenes médicos de rigor. Se dice que muchos de esos exámenes no lo están haciendo en el departamento médico del IND, que tan solo certifica los recaudos que son presentados de otros centros médicos privados, que los apoderados de los púgiles en cuestión ha pagado de su bolsillo.
Y para complementar esta inquietud podemos afirmar, sin ambages que en el ambiente destacan púgiles con una cantidad de combates perdidos, sin haber logrado el primer triunfo en el boxeo profesional y otros invictos con récords, presuntamente prefabricados.
SUGERENCIAS
Como consecuencia de lo antes expuesto, a continuación nos permitimos aflorar algunas indicaciones que pudieran servir como punta de lanza para crear las bases de un mejor boxeo en toda su extensión.
1.- Es preciso programar eventos: foros, seminarios, jornadas de trabajo, donde participen todas las variables que intervienen en esta disciplina: autoridades, directivos, promotores, apoderados o mánager, entrenadores, árbitros, jueces, médicos, sicólogos, siquiatras, sociólogos, abogados, boxeadores activos y retirados. Esto con el fin de estudiar el precitado reglamento para conocerlo, mejorarlo y darlo a conocer.
2.- Ofrecer opciones de vida útil al atleta cuando llegue el momento de la prematura jubilación. Por tanto es necesario llevar un registro del comportamiento del atleta que sirva para el estudio que debe realizar un equipo interdisciplinario que aporte soluciones. No es muy fácil para un atleta asumir el retiro cuando él considera que todavía puede producir. Además, la mayoría alega, con justa razón, que no pueden cuartar su derecho al trabajo. pero es deber del Estado Deportivo proteger la vida de los ciudadanos atletas . Es preciso que cuando llegue el momento de abandonar, definitivamente, la acción en el ring encuentre un trabajo digno, que le permita mantener su autoestima lo suficientemente elevada como para seguir viviendo, sin traumas, sin conflictos intrínsecos en su entorno social y familiar.
3.- Es muy positivo que se realicen programas de boxeo profesional en todo el territorio nacional, presumimos la buena fe de quienes los organizan, pero no se debe obviar el carácter deportivo, la competencia sana, el talento humano y la preparación física del atleta, de manera que los combates sean debidamente aprobados bajo la concepción del equilibrio en peso y experticia de cada contendor.
Es de nuestra consideración reconocer que el boxeo profesional se desarrolla en un ambiente formado por el deporte, el interés particular de cada individuo, el negocio, la ambición de poder y el deseo de superación.
Sin dejar de lado la existencia amalgamada de todo esto, es preciso ceder para unificar criterios que faciliten la competitividad imparcial donde imperen los mejores, donde se imponga la calidad y se ofrezca un espectáculo plausible acorde con el público que lo demanda.
HACIA UN MODELO DE EMPRESA PRODUCTIVA
La Coordinación de Boxeo Profesional tiene registrado más de 300 boxeadores, es ampliamente conocido que alrededor de ellos gira un grupo importante de entrenadores, personal técnico y promotores; entonces ¿Por qué no pensar en crear una gran organización administrativa que gerencie los recursos humanos en función de la actividad financiera de la producción?
Actualmente el boxeo profesional en Venezuela es dirigido por una “Coordinación” que depende del Ministerio del Poder Popular para la Juventud y el Deporte. A nuestro juicio, el primero de los nombrados es una figura muy débil para tomar las decisiones que giran en torno a la organización, ejecución y control del boxeo profesional, en consecuencia, consideramos que es de urgente e inaplazable necesidad dar un viraje hacia la excelencia y el mejoramiento de la calidad de vida de cada uno de los que allí materializan la convivencia grupal.
Es muy factible y necesario crear una gran empresa pública, privada o mixta (sería lo ideal), con autonomía propia, adscrita al órgano rector que adelanta las políticas deportivas en Venezuela, la cual debería funcionar con un presupuesto inicial, configurado por el 60% de sus ingresos y el 40% con el aporte económico del Estado a través del Fondo del Deporte.
Esto no es nada nuevo en Venezuela funcionan modelos productivos muy exitosos que conviven en el beisbol, el fútbol y el basquetbol, donde cada organización es autónoma, brilla con luz propia ofreciendo, atractivos espectáculos que generan recursos económicos para costear la estabilidad laboral, el confort y el mejoramiento de la calidad de vida del atleta y demás personal que allí participan. Vale preguntar, si ellos lo han logrado ¿Por qué nosotros no?
En este sentido, es favorable señalar que en el boxeo profesional de Venezuela ya existen múltiples empresas que pudieran interactuar con fines comunes, admitiendo a sus similares en un proceso de crecimiento institucional.
Sin embargo, es notorio destacar que en el entorno de esta actividad pareciera ser que siempre, como reza el viejo adagio venezolano: Andamos buscando medio para completar un bolívar. Es de nuestra consideración que el deporte de los puños no puede seguir dependiendo de la ayuda que pueda dar un alcalde, o un gobernador, algunos seudos promotores los nombran: “pacientes” el boxeo no puede seguir pagando miserias al personal que lo hace posible, el boxeo no puede seguir funcionando en gimnasios con escasa dotación, el boxeo no puede seguir generando “pondrones”, mendigos, enfermos mentales y muertos.
En consecuencia es muy conveniente iniciar el financiamiento propio, donde cada quien haga lo mejor que tenga que hacer. Si se asume el criterio de empresa productiva bien gerenciada, transparente, al margen de la corrupción administrativa, habría ganancia para todos de acuerdo con el trabajo que cada quien realiza.
La invitación es “mirar un poco más allá de la nariz chata de boxeador”. Estamos en la obligación de crecer juntos, superar las individuales mezquinas, incrementar la solidaridad humana para empujar todos, hombro a hombro, hacia un solo lado. Sólo así podríamos derribar el muro de la incertidumbre que nos embarga, podríamos imponer la certidumbre con suficiente fuerza para canalizar la máxima energía que se genera en cada uno de los gimnasios para desembocar con la mayor emoción en el gran espectáculo que pacientemente espera el público. ¡Y mira… que sí tiene adeptos este deporte!.
Club DE Boxeo Edgar Castro
7 de abril a las 12:37
Creo que las comisiones son las primeras que tienen mayor resposabilidad que no ocurran casos que lamentar, son ellos los que tienen la máxima autoridad y conocimiento de todos los atletas que van a participar en cada evento del pais, pero parece que no, para no prestarse a estos falsos combates engañando al boxeador y haciéndole esos records chimbos y por eso de la mayoria ocurren casos que lamentar
El de la imagen no es Carlos Barreto, tuve el placer de conocerle a él y a su familia y ese no es el.