Por Mauricio Sulaimán – Hijo de José Sulaimán & presidente del CMB
Prensa/CMB/Jabeando/07/12/2022.- Es un gran honor para mí poder compartir, semana tras semana, la actividad del Consejo Mundial de Boxeo, temas de interés de nuestro deporte y anécdotas de mi querido padre, José Sulaimán. 2000 publicaciones acaba de completar el diario “El Heraldo de México” que alberga mi columna semanal ROUND 12. Muchas gracias a los que siguen esta columna y espero que les guste.
Pasaron tantas cosas la semana pasada. El destino me llevó a Londres para presenciar un gran evento de boxeo donde Tyson Fury defendió su campeonato mundial de peso pesado del WBC contra Dereck Chisora, frente a más de 60 mil fanáticos, en el Tottenham Hotspur Stadium, el mismo gran lugar que fue sede del juego de la NFL hace un par de años. hace semanas.
En el boxeo fue una tribuna destacada. Fury se consagró una vez más al cerrar este 2022, con la venta de 160.000 entradas en sus dos peleas multitudinarias, algo impresionante, con Wembley y el Tottenham Stadium agotados. Y en la saga Super Fly, la trilogía entre el mexicano Juan Francisco Gallo Estrada y el nicaragüense Román Chocolatito González resultó ser absolutamente genial una vez más. Ahora la ventaja 2-1 a favor del azteca, en el que se consolidó su reinado en el peso supermosca e incluso dejó la puerta abierta a una cuarta contienda entre estos dos gladiadores.
Mi papá nos contaba que las funciones de boxeo eran como la historia de La Cenicienta. Tantos preparativos por mucho tiempo para llegar al baile, en este caso a la pelea, y de repente todo se esfumó al sonar las campanadas de medianoche o bien la campana final de la pelea. Me parece que ese cuento lo contaba así Don King.
Llegué a Inglaterra justo el día de la conferencia de prensa. Se vieron las caras en el mismo estadio Fury y Chisora, los medios de comunicación se volcaron a cubrir el evento, decenas de cámaras, mucho movimiento, entrevistas, gran atención a todo lo que estaba pasando. El hotel, lleno de personas del mundo del boxeo. Un gran grupo de Sudáfrica y de otros países con peleadores de la cartelera, oficiales de ring de Filipinas, Panamá, Francia, Serbia y toda la comunidad del Reino Unido.
Llegó Oleksandr Usyk, el campeón mundial pesado de la WBO-IBF-WBA para estar presente y calentar la posible próxima pelea esperada por todo el mundo, pues sería la primera vez que se unifica el peso completo en la era de los cuatro cinturones.
Salir del estadio fue todo un largo proceso. Tardamos 90 minutos en poder regresar al hotel, el lobby era una gran fiesta celebrando lo que fue un memorable evento. Eventualmente nos fuimos escapando para ir a dormir y fue hasta la mañana siguiente que al despertar te das cuenta que la gran carroza se había convertido en una calabaza. El hotel callado, desértico, las calles vacías y en silencio, ya no había esa gran expectativa, todo regresó a la normalidad, y así es hasta el próximo evento al que nos toque ir.
¿SABÍAS QUE…?
El boxeo moderno nació en Inglaterra, originalmente era pleito a puño limpio, y básicamente sin reglas. Eventualmente se fue regulando, se expandió al mundo y el día de hoy es uno de los deportes que cuenta con mayores normas y cuidados para los participantes.
ANÉCDOTA DE HOY
Mi papá gozaba viajar a Londres, uno de sus destinos favoritos. En muchas ocasiones cambiaba su itinerario de vuelos para parar en esta ciudad de ida o de regreso en cualquier viaje a Europa o África. Esto era principalmente para poder disfrutar de una tarta de manzana que lo enloquecía. En uno de esos viajes que iba a acompañado de su hermano del alma, Yamil Chade, llegaron al Hotel Intercontinental, sólo para cenar ahí y tomar el vuelo al día siguiente.
Don José estaba en una de sus numerosas dietas que durante su vida siguió y Yamil lo cuidaba mucho, pues pidió pescado con verduras, todo iba bien hasta que llegó el momento del postre.
Mi papá pidió su soñado pastel de manzana y cuando éste llegó, Chade se lo quitó y le dijo que de ninguna manera iba a permitir que rompiera la dieta, se lo arrebató y se lo empezó a comer. Mi papá enojadísimo le dijo: “¿Qué te pasa Yamil? No puedes hacer esto, es solamente una excepción, ¡Por el amor de Dios, déjame en paz!”. Pidió otro pastel y para su gran pesar el mesero le dijo que ese era el último pedazo del día, que se había terminado… Mi papá no le dirigió la palabra a Yamil durante el resto del viaje.
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