Prensa/Jabeando/17-12-2022.- Aunque pareciera que fue hace poco aquella conversación que sostuvimos sobre la pelea de David Lemieux y el inglés Billy Joe Saunders los cuales se enfrentaban el 16 de diciembre de 2017; hablamos casi hasta las 11PM. No se sentía bien y me dijo que no sabía si vería la pelea. Nos despedimos y al día siguiente en la tarde me enteré de la indeseable noticia que había partido para siempre.
Su hija Lourdes me contó luego que debió ir a su casa a la 1 de la madrugada porque se sentía mal y lo llevó a una conocida clínica ubicada a unos 100 mts de su vivienda donde falleció poco antes de las 6 de la mañana.
Había nacido en Madeira a comienzo de la década de los 40, y desde muy joven vivió en Venezuela donde hizo vida hasta el final de sus días, de joven le atrajo el suspenso y el vértigo del azar y los retos de la suerte; de modo que frecuentaba amistades relacionadas con el hipismo y con el boxeo.
A mediados de los 80 apoyó al púgil Rafael “Pantoño” Oronó en su intento por destronar al tailandés Kaosay Galaxi pero no tuvieron suerte; Galaxi le frustraría otro intento a comienzo de los 90 cuando derrotó a su gran pupilo David Grimán, no obstante, en los próximos años alcanzó títulos mundiales de boxeo con el propio Grimán, con Eloy Rojas, Carlos Barreto (Título Interino) y Lorenzo Parra.
Era un hombre hogareño. Su esposa Isabel y sus hijas Lourdes y Yuly eran parte fundamental en su vida. Se le recuerda por su nerviosismo, dinamismo e inquietud, todo lo quería hacer rápido y su humor negro era proverbial.
Recorrió el mundo gracias al boxeo y entabló amistad con las personalidades más relevantes de esa especialidad, conoció los extremos de la vida varias veces fue millonario y otras tantas tocó fondo.
Era un tipo único, Juancito; en la mayoría de las cosas era distinto, ya pasaron 5 años y el boxeo y sus amigos lo extrañan.
Descansa en paz hermano “Patrón tenga la fineza”.