***Primer margariteño que lanzó para los Filis de Filadelfia y primer margariteño en lanzar en las Grandes Ligas.
***En Venezuela jugó 8 años con los Leones del Caracas y dos con Caribes de Anzoátegui
Por José Camejo Suárez
Porlamar/Jabeando /Deportivas/14-05-2018.- Lanzador derecho muy exitoso tanto en el beisbol amateur como profesional, incluyendo Las grandes Ligas, oriundo de Chacachacare: municipio Tubores del estado Nueva Esparta, ubicado a aproximadamente 3,03 Kms de Boca de Río (municipio Península de Macanao) y 9,31 Kms de Punta de Piedras a 2 metros sobre el nivel del mar, donde nació el 11 de abril de 1964, es decir el mes pasado arribó a sus 54 años de edad.
Amalio Carreño, da sus primeros pasos entre “caimaneras” y el beisbol amateur organizado en los campos de San Antonio, El Poblado, Pampatar y Los Millanes, donde jugaba en varias posiciones, asegura que “no me importaba la posición de jardinero o en el cuadro, incluyendo el montículo de lanzar o la receptoría, siempre jugaba porque era buen bate”. Recuerda que cuando regresaba de los juegos, con los guantes ensartados en el bate, su padre Lucas Carreño, ya fallecido, le preguntaba ¿Y cuándo vamos a asar esos conejos?
AL SELECCIONADO NACIONAL
Integrante de una prole de 11 hijos, 7 varones y 4 hembras producto del matrimonio entre el prenombrado Lucas y Elia Josefina de Carreño, de quienes siempre recibió el apoyo necesario para materializar su sueño de beisbolista, Amalio, cuenta que a los 16 años de edad “para mi sorpresa fui convocado por la Federación Venezolana de Beisbol para integrar la preselección de beisbol juvenil, pensé que irían otros de Margarita pero no fue así, recuerdo que en el campo empezamos 180 peloteros, para escoger 20, todos los días anunciaban los nombres de los que estaban excluidos. Al quedar 80, me preguntaron si yo sabía lanzar, les dije que sí, pues en el campo corto que era la posición que yo aspiraba a ocupar, estaba nada más y nada menos que Oswaldo Guillén y en otras posiciones brillaban Jesús “Chalao” Méndez, Gustavo Polidor y Norman Carrasco. Una vez en la Selección Nacional de Beisbol Juvenil participamos en el Campeonato Mundial de Japón 1980, en los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Cuba y en los Juegos Panamericanos celebrados en Venezuela en 1983 donde fui designado el Pelotero Más Valioso”, dijo Carreño.
Es conocido que Amalio Carreño, firmó en 1983 para jugar beisbol profesional con los Yankees de Nueva York en Los Estados Unidos y en Venezuela contrató con los Leones del Caracas. En las Grandes Ligas después de haber logrado una carrera exitosa en las sucursales de los Yankees, en 1988 fue llamado por el equipo grande donde estuvo hasta que fue transferido a los Filis de Filadelfia, al ser cambiado por Luis Aguayo, donde permaneció hasta 1991 cuando fue dejado en libertad. Como agente libre asistió al campo de entrenamiento de los Orioles de Baltimore, sin acordar contrato alguno.
EN EL BEISBOL PROFESIONAL VENEZOLANO
Mientras que, en Venezuela con Caracas, estuvo dese 1983 hasta 1992, donde cosechó 17 triunfos y sufrió 23 derrotas con una efectividad de 3,49. Este mismo año pasó a formar parte de la nómina de Caribes de Anzoátegui, divisa que representó desde 1992 hasta 1994, sin decisión alguna, pero con una significativa efectividad de 1,12. Totalizó con estos dos equipos 219 abanicados y 160 boletos.
LA HORA DEL RETIRO
Después de haber sufrido una lesión en el brazo de lanzar, a los 29 años de edad, decidió retirarse del beisbol activo, reconoce la colaboración que le prestó Yhonny Simancas, durante esta etapa de su vida. Vale citar que estuvo como técnico de Bravos de Margarita, durante 7 años, hasta sufrir un infarto ya superado.
Al mismo tiempo confiesa, el destacado ex pelotero margariteño, que mantenía una escuela de beisbol en su natal Chacachacare, pero tuvo que cerrarla hace tres años, “esta escuela atendía una cantidad de muchachos bastante importante, es una pena que la hayamos tenido que cerrar”, expresó Carreño al expresar que organizaciones como estas deben recibir el apoyo necesario para alejar a los niños y jóvenes de las actividades que los inducen hacia el vicio y las malas costumbres, muchos de estos jóvenes pueden materializar sus sueños forjados en los valores de disciplina, respeto y responsabilidad que se les inculcan en el terreno de juego.
EL BEISBOL DE AHORA
“En el beisbol organizado de la actualidad, tanto en amateur como en profesional se observa una gran diferencia con el beisbol que practicábamos nosotros. Pareciera ser que ahora prevalece el dinero ante el deporte, la influencia de los equipos del exterior marca la pauta del pelotero, algunos vienen a nuestra campaña a corregir defectos, otros juegan al final de la temporada, son diversas las variables que ahora actúan. Los lanzadores tienen un número de lanzamientos que deben hacer en cada encuentro”, apuntó Amalio, sin desconocer otras diferencias que pudieran estar dadas para mejorar o empeorar la calidad del jugador y en consecuencia la calidad del espectáculo.
EN EL ÁMBITO FAMILIAR
Este famoso grande liga del beisbol está residenciado en “Colinas del Dátil”, municipio Díaz del estado Nueva Esparta, con su esposa la psico pedagoga Ruth Salazar y su madre doña Elia Josefina, padre de dos hijos: Ángel y Víctor Amalio, de estos el primero juega beisbol profesional. Trabaja como entrenador y preparador físico en la policía del estado Nueva Esparta.
SATISFACCIONES Y DECEPCIONES
Considera que su mayor satisfacción fue en la temporada 1988-1989, cuando Leones del Caracas implantó el récord de 18 juegos ganados consecutivos, de los cuales él ganó 5. Y el momento más desagradable lo vivió cuando jugaba para Filadelfia y un día antes le informaron que tenía que lanzar, tuvo que viajar en horas de la mañana para lanzar en la tarde, sin contar con suficiente tiempo para calentar y una vez iniciado el juego, no pudo hacer ni un out antes de que lo sacaran, después de haber permitido 4 carreras limpias.
PRIMER MARGARITEÑO EN LAS GRANDES LIGAS
Una vez retirado del beisbol activo el jugador de Chacachacare, confiesa su satisfacción de ser el primer margariteño en lanzar en las Grandes Ligas y el primer lanzador margariteño que jugó con los Filis de Filadelfia, comenta que cuando su padre Lucas se enteró que había firmado para los Filis expresaba muy satisfecho “ahora sí mi hijo podrá jugar regularmente y podrá batear como lo sabe hacer porque jugará en los
files” (Posición de outfielder) A la vez comenta que una vez estaba de relevista y salió a calentar, su padre estaba escuchando el juego por radio y el locutor repetía “ahora sale Amalio Carreño a calentar”, expresión que repetía el narrador del juego, al oír las repeticiones de “sale Carreño a calentar” el señor Lucas expresó “Ya ese muchacho está más caliente que plancha e´ chino ¿Cuándo será que lo van a traer a lanzar?”, cuenta sonriente Amalio, al agregar que su padre era un hombre muy ocurrente, muy jocoso.
FANATICADA
Establece, Amalio Carreño, una diferencia entre el público del beisbol de las Grandes Ligas y el nacional, “allá los 60.000 fanáticos que llenan el Yankee Stadium, se limitan a ver el juego, algunas veces aplauden, en cambio en Venezuela, los 25.000 que colman el Universitario hacen tanto ruido que ponen nervioso a cualquiera, por ejemplo el escándalo que hace la Samba de Los Tiburones de La Guaira le afloja las medias a cualquier pelotero por muy valiente que sea”, apuntó Carreño al recordar que al último bateador que le lanzó fue a Gustavo Polidor.