Prensa/AMB/Jabeando/22-02-2024.- La Asociación Mundial de Boxeo (AMB) lamenta el fallecimiento de uno de sus más ilustres y antiguos miembros, el panameño Manuel Landero. Nacido en medio de la revolución Kuna el 17 de junio de 1925, el oriundo de David, Chiriquí, fue un gran trabajador por este deporte y aportó muchas cosas a lo largo de su vida.
Fue un hombre de gran carácter y determinación, evidentemente por el contexto en el que nació y creció. Tan sólo tres meses antes de su nacimiento, se había firmado un tratado de paz con los indígenas panameños, a quienes se les prometió un mejor trato y mayor respeto a sus costumbres, se les ofreció protección y derechos, mientras ellos deponían armas y prometían acatar las leyes del Estado, retirando la declaración de independencia que había hecho.
Landero fue hijo de Luis e Isabel, que brindaron a su hijo lo mejor para su futuro. Formación de casa y educación que fueron claves para su crecimiento y su desarrollo, que además lo llevarían a tener la posibilidad de ocupar grandes cargos en distintos ámbitos.
Fue sub director del Tribunal Electoral, director regional de Comercio e Industria, director provincial del Instituto de Deportes, Sub director de la Superintendencia del Ferrocarril de Chiriquí y director de los Servicios Generales del Ministerio de Obras Públicas de Chiriquí.
En 1967 entró de manera formal a la AMB, mientras que, en 1986, pasaría a ocupar un cargo en el directorio. Fue supervisor de muchas peleas de título. Además, formó parte de la comisión de protocolo y premiación de los Juegos CAC en 1970, y de los Juegos Bolivarianos de 1972.
Colaborador incansable en procura de las innovaciones y mejoras de la AMB, también destacaba como el elaborador de la revista de resumen de las actividades que se distribuyó en las convenciones anuales por muchos años.
Fue siempre importante en la toma de decisiones del organismo y trabajó hasta los años finales de su vida. La familia AMB está de luto y también extiende sus condolencias a la familia y todo entorno de Manuel Landero. Muchas gracias, amigo, descansa en paz.