Por Orlando Bohórquez Parra
Prensa/Jabeando/23-06-2024.- Desde inicios del siglo pasado, cuando se daban los primeros pasos del Boxeo Profesional, y el pesaje de los rivales se realizaba en horas de la mañana del mismo día de la pelea, los boxeadores cumplían con sus quince rounds (De aquella época) y ninguno de esos púgiles se desmayó por deshidratación y por el contrario, dieron grandes espectáculos.
Recordemos que pugilistas de alto nivel como Sugar Ray Leonard, Roberto Manos de Piedra Durán, Alexis Argüello, Raúl Ratón Macías, Carlos Monzon, Pipíno Cuevas, Carlos Morocho Hernández, y todas esas grandes estrellas qué sería largo enumerar, iban al pesaje definitivo, entre doce y quince horas, antes de subirse al cuadrilátero.
Luego en 1995, surge la iniciativa del excelente dirigente mexicano José Sulaimán, de que el pesaje oficial debería ser el día antes de los combates, para que los boxeadores suban descansados a sus enfrentamientos. Esto fue bien recibido y aplicado desde esa fecha.
Pasados estos casi treinta años de esa decisión, el mundo boxístico encuentra contradicciones a ese hecho, ya que en estos últimos años se descubre que casi ningún pugilista llega en el peso de su categoría. Desde el viernes (Día del pesaje) hasta el día siguiente, sábado, los boxeadores se rehidratan de tal manera, que cuando suben al ring, si originalmente son peso Pluma, (Por ejemplo) lo hacen con tres o cuatro kilos demás, es decir en peso ligero o quizás welter
De allí se deriva, que algunos pugilistas por su tamaño o contextura, aumenten muchos más kilos que su rival, llevándole entonces gran ventaja a la hora de enfrentarse. Por eso esta situación debería ser estudiada por los organismos rectores del boxeo y ver con sus asesores médicos y de nutrición, cual es la mejor solución a esta situación.