Por Félix Bizot
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Prensa/Jabeando/02-08-2024.- Sin duda el caso de la boxeadora argelina Imane Khelif es sorprendentemente agudo, y pone en tela de juicio los elementos utilizados hasta ahora para ubicar a una persona en el género femenino a los fines de practicar boxeo. En efecto, ella pudo competir a pesar de fallar una prueba de género realizada en el marco del campeonato mundial de boxeo aficionado de Taskent, Uzbekistán, organizado el año pasado por la IBA, por lo que fue descalificada de ese evento. Pero el Comité Olímpico Internacional (COI) decidió llevar la contraria a la IBA, y pone en tela de juicio el examen realizado entonces dejando participar a la argelina en París 2024.
Este extraño caso es el de una boxeadora que, comprobadamente posee características indiscutiblemente masculinas, y, por una parte, podría ser el escándalo mayor en los JJOO París 2024. Mientras por otra, pone en pico e’zamuro la persistencia del boxeo en el programa olímpico.
La primera rival que enfrentó la cuestionada Khelif, quien pelea en la categoría de 66 kg en estos Juegos, fue Angela Carini de Italia, quien decidió abandonar el combate a los pocos segundos y luego declaró: “nunca me habían pegado tan duro, fue un dolor irresistible en mi nariz, no podía continuar”. Lo que ocasionó este dolor insoportable fue un par de puñetazos propinados por la argelina Imane Khelif, boxeadora oriunda de Argelia, con sorprendentemente vasta experiencia en la disciplina y participación incluso en los Juegos Olímpicos de Tokio, tres años atrás. Sin embargo, la argelina desató una gran polémica cuestionando su participación en JJOO París 2024.
En 2023, Imane Khelif falló aquella prueba de género mientras disputaba el Campeonato Mundial de aficionados en Taskent, Uzbekistán, organizado por la IBA, antes de pelear en la final por la medalla de oro. Khelif terminó siendo descalificada de la competencia “por la presencia de altos niveles de testosterona en sangre y la presencia de un cromosoma XY en su sistema, el cual es específico de un hombre”.
“Soy una mujer madura, el ring es mi vida. Siempre he sido muy intuitiva y sentí que algo no estaba bien”, explicó la italiana Angela Carini luego de abandonar el combate contra Imane Khelif, una atleta que ha estado en el ojo del huracán en las últimas horas. La italiana agregó que su decisión no fue por cobardía, sino por sensatez: “No me estoy rindiendo, se trata de tener la madurez de parar y decir ‘esto fue suficiente’”, afirmó ante la prensa internacional. “Para mí, cuando trepas esas cuerdas, ya eres un guerrero, ya eres un ganador. Hoy no perdí, sólo hice mi trabajo como peleadora”. “Tengo el corazón roto porque soy una luchadora”, dijo Carini. “Mi padre me enseñó a ser una guerrera. Siempre he subido al ring con honor y siempre he servido a mi país con lealtad. Y esta vez no pude hacerlo porque no podía seguir luchando, y por eso terminé el combate”, “No estoy aquí para juzgar a nadie, no me corresponde a mí…” – respondió ante preguntas hechas por la prensa sobre la condición de la argelina. Sin embargo, su actitud al no saludarla tras su derrota, habla por sí misma.
Lo que ocurrió causó diversas reacciones en redes sociales que pueden catalogarse como mensajes transfóbicos, homofóbicos y misóginos hacia Khelif. En su red social abundan los mensajes despectivos.
“Buena suerte consiguiendo una medalla de oro en Violencia Doméstica, ¡¡Vergonzoso!!” o “¡¡Pelea contra un hombre de verdad y recibe una paliza como deberías!!”, son algunos de los comentarios que le han dejado en sus últimas publicaciones.
Sin embargo, se conoce con certeza que Khelif no es una mujer transgénero. Las personas trans son aquellas que no se identifican con su sexo biológico. En este caso, la boxeadora nació con sexo biológico femenino, pero con una condición médica que le aumenta la producción de hormonas masculinas.¡! A pesar de las confusiones que se pueden dar, ella es una mujer cisgénero y por eso, según el COI, y su presidente Thomas Koch, quien el año próximo se irá del COI por término de su mandato, puede competir en las olimpiadas como las demás atletas, llevándose sólo “por lo que dice su pasaporte” Para ubicarnos en contexto, hay que decir que esta atleta es argelina, y su vida en un país musulmán como ese, con profundas restricciones y leyes anti LGTBIQ hace que una transición de género sea extremadamente difícil, para no decir imposible, y pone en riesgo su carrera deportiva y su seguridad personal.
El problema ha traído tanta cola que hasta la primera ministra de Italia Giorgia Meloni ha criticado la participación de la argelina: “debería haber una selección más estricta” y el ministro Matteo Salvini fue todavía más crudo: “No deberían dejar competir a mujeres contra transgéneros”.
¿LA CONTINUIDAD DEL BOX EN JJOO EN PICO E’ ZAMURO?
Steve Bunce, analista de boxeo de la BBC, expresó para este medio que esta situación trae cuestionamientos al boxeo en general. “Creo que ha perjudicado al boxeo olímpico en un momento crucial en el que todavía se está debatiendo su futuro. Es un desastre absoluto”.
Además, hay que decir que parece evidente la guerra de declaraciones entre el COI y la IBA puesta de manifiesto con este caso: “El COI ha dejado claro que necesita que las Federaciones Nacionales de Boxeo alcancen un consenso en torno a una nueva Federación Internacional para que el boxeo se incluya en el programa deportivo de los Juegos Olímpicos LA 28″.
Es claro que la condición de “enfermedad” del trastorno que presenta Iman Khelif, le da una clarísima ventaja que la hace mucho más “dura” que cualquier mujer. En el boxeo, a diferencia del caso bastante similar de la sudafricana Caster Semenya en atletismo, esta atleta con esa injusta ventaja puede hacer mucho daño físico a sus rivales.
Y usted ¿Qué opina?