Prensa/Jabeando/12-02-2025.- Ya han pasado 35 años de aquel 11 de febrero de 1990, cuando el casi desconocido retador James “Buster” Douglas, produjo la sorpresa más grande de la historia del boxeo, noqueando a Mike Tyson en 10 asaltos en el estadio Tokio Dome, de la capital japonesa. Tyson era uno de los más terroríficos noqueadores que se hubieran visto en el pugilismo y era una atracción de gran calibre en cualquier ring del mundo. “Buster” Douglas era un retador de regular prestigio que había ganado 27 peleas y había salido derrotado en 4 ocasiones; después de haber noqueado en sus últimas 3 peleas a: Michael Spinks, Carl Williams y Frank Bruno, el campeón mundial Mike Tyson, lucía como el seguro ganador en este compromiso que se veía como una defensa relativamente fácil.
La pelea; se desarrolló con un Tyson agresivo como siempre y buscando el nocaut; estuvo apaleando a “Buster” Douglas durante los 8 primeros rounds, y al final de este capítulo conectó un corto Uper de derecha que hizo caer a Douglas con la cara contra la lona al tiempo que sonaba la campana. El árbitro mexicano Octavio Meyran le indicó a Tyson que se retirara a una esquina y con cierta parsimonia, inició el conteo, “Buster” logró levantarse a la cuenta de 8 y se retiró a su esquina; nadie reclamó que Douglas había durado 12 segundos en la lona según el Time Keeper, ya que Meyran inició el conteo unos segundos tarde. Por supuesto que nadie se imaginaba que” Buster” Iba a sobrevivir a ese puño letal que le propinó Tyson.
Pero sucedió lo increíble; en ese 9vno round Douglas se vio recuperado y golpeando a Tyson, mientras que este de pronto lució muy agotado; no se podía creer, pero al iniciar el 10mo episodio “Buster” estaba fuerte y activo mientras que “Iron Man” se veía disminuido y tambaleante. Un ataque de Douglas llevó a la lona a un Mike Tyson exhausto y ante el asombre general el réferi Octavio Meyran detuvo el combate y declaró “Buster” Douglas nuevo campeón mundial Peso Pesado. En los días subsiguientes hubo reclamos por el conteo errático del réferi Meyran, pero ya el daño estaba hecho y el resultado de la pelea quedó tal cual, fue la última actuación del árbitro mexicano. Esta se considera la más grande sorpresa de la historia del boxeo. Ocurrido hace 35 años en Tokio Japón.