Prensa SWP/Jabeando/Deportivas/10-08-2018.- Néstor Molina, una de las joyas del pitcheo de los Cardenales de Lara, será baja para los crepusculares desde el inicio de la temporada 2018-2019. “Superman Sin Capa” es uno de los brazos más dominantes de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional desde su debut en la temporada 2010-2011, pero su agotadora campaña en la Liga Mexicana de Béisbol y el futuro nacimiento de su hijo lo obligaron a tomar la decisión de no estar desde el arranque con los larenses.
“Me hubiese gustado comenzar la temporada desde el primer día con Cardenales de Lara, como siempre lo he hecho durante toda mi carrera, pero creo que este año va a ser un año diferente a todos los demás, porque no voy a poder comenzar desde el primer día por algunos motivos”, declaró Molina a Sport Web Publicidad, su agencia de medios y publicidad. “Me va doler no poder comenzar y estar con mis compañeros desde el primer día, pero creo que lo más importante es que yo tome un descanso ya que la temporada ha sido muy larga aquí en México y tengo que descansar”.
“Además, tengo mi esposa embarazada y tengo muchas cosas de hacer, por lo que creo que tengo que aprovechar el tiempo con ella y hacer las cosas que debo hacer antes del parto de ella, que debe ser a mitad de noviembre”, agregó.
Desde su estreno hace 8 años, el derecho tiene efectividad de 3.24 en 300.0 entradas, con 199 ponches, 81 boletos, par de salvados, 27 victorias y 20 derrotas. Desde el 2010, solo dos lanzadores acumulan al menos 300.0 innings y efectividad inferior a 3.30, el estadounidense Austin Bibens-Dirkx y el valenciano.
Su comprobada calidad lo ha hecho un brazo de gran valía para la rotación de los pájaros rojos, que es una de las mejores del circuito nacional. Además, su carisma y entusiasmo le permitió ganarse un lugar en los corazones de los aficionados larenses.
“Considero que la clave es trabajar fuerte y tener confianza en mí mismo. Estar enfocado en trabajar sin importar que se te atraviese en el camino, confiando en mi durante cada juego y cada pitcheo que hago, de verdad que la confianza ha sido la clave para mí. Nunca voy a dejar de trabajar, así tenga un juego malo”, confesó Molina sobre la clave de su gran rendimiento en Venezuela.
Cardenal de corazón
En sus seis certámenes en el circuito venezolano, el diestro siempre se ha puesto la camisa de Cardenales, con quienes ha llegado a par de finales, y aunque no está con la novena de su ciudad natal, siente a Barquisimeto como su casa por el apoyo que siempre recibe.
“Para mi vestir el uniforme de Cardenales representa alegría y muchas cosas buenas, de verdad que me gusta vestir esa camiseta. Me siento cómodo, feliz y como en casa, debido a que son muchos años vistiendo esa camiseta y me siento agradecido”, confesó Molina, quien esta zafra ha jugado en México con los Tecolotes de Dos Laredos, Sultanes de Monterrey y Rieleros de Aguascalientes. “Siento que esa camiseta es mía y salgo a lanzar contento, además tengo a la fanaticada de mi lado y vestir esa camiseta representa mucho, por lo que quisiera seguir usándola por muchos años más”.
El carabobeño les envió un mensaje a los fanáticos de Cardenales, esperando que comprendan la dura decisión que tomó y el motivo. Molina aseguró que volverán a contar con su jerarquía desde la lomita desde finales de noviembre.
“Quiero mandarle un saludo a toda la fanaticada de la liga venezolana, pero en especial quiero enviarle un saludo y muchas bendiciones a la fanaticada de los Cardenales de Lara. De verdad que siempre han estado pendiente de mí, para mí es la mejor fanaticada, son alegres y amigables”, apuntó. “Ellos son los mejores, Barquisimeto es una de las ciudades donde se juega el béisbol y donde la gente más lo disfruta, por lo que cada victoria que se logra en Barquisimeto o afuera es para todos los fanáticos. Les mando muchas bendiciones y lamento no poder iniciar la temporada con Cardenales, pero Dios mediante estaré jugando últimos de noviembre o inicios de diciembre”.